Historia de la reflexología


La reflexología es un método para activar los poderes curativos del cuerpo. Un método moderno y a la vez antiquísimo. A partir de viejos textos, ilustraciones y obras de arte, sabemos que los antiguos chinos, japoneses, indios, rusos y egipcios estimulaban los pies para proporcionar buena salud. En la actualidad muchas de aquellas técnicas han sido desarrolladas en un moderno método científico llamado reflexología.

El nexo común entre aquellas doctrinas antiguas y las teorías modernas es que hay zonas de energía que recogen el cuerpo humano formando áreas reflejas en el pie, las cuales corresponden a la mayoría de los órganos, glándulas, funciones y zonas anatómicas del cuerpo.

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La relación entre los puntos reflejos y los órganos internos del cuerpo era conocida por diversas tribus indias norteamericanas, que la utilizaban para el tratamiento de sus dolencias. Este conocimiento se ha conservado a lo largo de siglos y todavía se practica en algunas reservas indias para aliviar los dolores.

En oriente los orígenes se remontan a la prehistoria. Hace 5000 años, se conocía ya en India y China. Los chinos primitivos habían observado el hecho de que ciertos trastornos orgánicos solían ir acompañados de una localización dolorosa en lugares específicos ubicados en las plantas de los pies y viceversa, un dolor o lesión en cierta zona del pie podía ocasionar una dolencia determinada en el cuerpo. Esto reafirmaba la idea de que los órganos del cuerpo están conectados con ciertas zonas o áreas ubicadas en los pies. Así comenzó la práctica de hacer caminar a los enfermos a pie descalzo sobre piedrecillas, cargando partes de las plantas más que otras para ejercer presión sobre las zonas indicadas.

Posteriormente se desarrollaron técnicas de compresión y masaje manual sobre las zonas reflejas. Para la localización de las zonas respectivas se confeccionó la primera ilustración topográfica de las zonas de reflejo, la cual hasta hoy se conoce como el mapa chino o topografía primitiva china.

Sin embargo la verdadera Reflexología Podal y más correctamente su predecesora, la llamada Terapia Zonal, se desarrolló a principios del siglo 20, a partir de las observaciones que hacia 1913 hizo el joven otorrinolaringólogo norteamericano William H. Fiztgerald y que posteriormente discípulos suyos, concretaron en los pies.

En un viaje a China, el doctor Fiztgerald contacta con sus colegas chinos y descubre la terapia practicada por éstos, él es el autor de la versión científica occidental de la Reflexoterapia. La gran aportación de Fiztgerald a la Reflexoterapia reside precisamente en haber estudiado y analizado en profundidad la influencia de las presiones ejercidas en determinados puntos del organismo ante ciertos estados dolorosos.

Fiztgerald llegó a la conclusión de que podía considerarse al cuerpo humano como dividido en 10 zonas longitudinales que partiendo cada una de los dedos de los pies y las manos, van a terminar en la bóveda del cráneo. Esta es la llamada Red Energética de Fiztgerald o franjas longitudinales.

Estas zonas imaginarias no solo recorrían la superficie corporal, sino que abarcaban también aquellas partes de órganos, vísceras u otras estructuras anatómicas que atravesaban por encima.

Solo manipulando ciertos puntos localizados en una zona se podía influir en ella, o mejor dicho en los órganos cruzados por ellas, calificando de esta manera las primeras correspondencias de carácter anatómico.

El camino ya estaba trazado cuando en 1930, la masajista norteamericana Eunice Ingham, inició su aprendizaje en esta disciplina. Durante años perfeccionó el método de trabajo y los diagramas y explicaciones de quienes la rodeaban, junto con su sentido de la observación práctica, sirvieron para sentar las bases del masaje presión que se aplica a los pies. Como resultado de su experiencia, Eunice Ingham jugó un papel de importancia en la aceptación y difusión de la terapia de las zonas reflejas, concentrando sus conocimientos y su atención en las pequeñas superficies de los pies.

Para ello preparó un método de masaje especial y sutil que denominó el método de Ingham de masaje de compresión y que describió en su libro: Lo que puedan contarnos los pies. Su masaje original, como si se estuviera moliendo cristales de azúcar en la mano, fue modificado y mejorado continuamente a lo largo de sus muchos años de práctica y hoy se considera la piedra angular de esta terapia.

En el año 1967 la enfermera alemana Hanne Marquardt, viaja a Norteamérica y toma contacto con la ya octogenaria Eunice Ingham y queda estudiando con ella. En 1974 Eunice Ingham muere a los 94 años, quedando Hanne Marquardt como máxima autoridad en reflexología.

También con Eunice Ingham estudia la enfermera inglesa Doreen Bayly. Ambas crearon variaciones en el método y lo extendieron por Europa y el Occidente. Doreen Bayly con una línea más tradicional según el método Ingham, en Inglaterra; y Hanne Marquardt con una línea alemana


Última modificación: jueves, 7 de junio de 2018, 07:40