SIGNOS VITALES

Los signos vitales son medidas de varias estadísticas fisiológicas frecuentemente tomadas por profesionales de salud para así valorar las funciones corporales más básicas.


PULSO


El pulso de una persona es la pulsación provocada por la expansión de sus arterias como consecuencia de la circulación de sangre bombeada por el corazón. Se obtiene por lo general en partes del cuerpo donde las arterias se encuentran más próximas a la piel, como en las muñecas o el cuello.
Un pulso normal para un adulto sano en descanso oscila entre 60 y 100 pulsaciones por minuto. Durante el sueño puede caer hasta las 40 pulsaciones y durante el ejercicio intenso puede subir hasta las 200 pulsaciones. Normalmente, el pulso es más rápido en las personas más jóvenes. El pulso en reposo para un bebé es tan alto o más como el de un adulto haciendo ejercicio intenso


FRECUENCIA RESPIRATORIA

La frecuencia respiratoria es el número de respiraciones que efectúa un ser vivo en un lapso específico (suele expresarse en respiraciones por minuto).
Frecuencia respiratoria normal por edad
• Recién nacidos: alrededor de 44 respiraciones por minuto
• Niño: 20–40 respiraciones por minuto
• Pre Adolescente: 20–30 respiraciones por minuto
• Adolescente: 16–25 respiraciones por minuto
• Adulto: 12–20 respiraciones por minuto
• Adultos a ejercicios moderados 35–45 respiraciones por minuto
• Atletas' pico 60–70 respiraciones por minuto


TENSIÓN ARTERIAL


La presión arterial es la presión que ejerce la sangre contra la pared de las arterias. Tradicionalmente la medición de dicha presión se ha llevado a cabo mediante la utilización conjunta de un fonendoscopio y un esfigmomanómetro. Sin embargo, a día de hoy se utilizan fundamentalmente tensiómetros automáticos. Para realizar su medida se recomienda que el sujeto permanezca relajado, en una habitación tranquila y con temperatura confortable. El punto habitual de su medida es el brazo.
Los valores normales de presión arterial varían entre 90/60 y 120/80 mmHg. Valores por encima de 130/90 mm de mercurio son indicativos de hipertensión o presión arterial alta y por debajo de 90/60 son indicativos de hipotensión o presión arterial baja. Estos valores dependen de la edad (se incrementan con el envejecimiento) y del sexo (son menores en las mujeres)


TEMPERATURA


La temperatura normal del cuerpo de una persona varía dependiendo de su sexo, su actividad reciente, el consumo de alimentos y líquidos, la hora del día y, en las mujeres, de la fase del ciclo en la que se encuentren.
La temperatura corporal normal, de acuerdo con la Asociación Médica Americana , puede oscilar entre 36,5 y 37,2 °C.
La temperatura corporal generalmente es más alta en la noche y puede elevarse por la actividad física, las emociones fuertes, el consumo de alimentos, las ropas pesadas, los medicamentos, la temperatura ambiente y la humedad altas.
Las variaciones diarias cambian a medida que los niños crecen:
• En niños menores de 6 meses, la variación diaria es pequeña.
• En niños de 6 meses a 2 años de edad, la variación diaria es de aproximadamente 1 grado.
• A la edad de 6 años, las variaciones diarias se incrementan gradualmente a 2 grados por día.
• La temperatura corporal varía menos en los adultos. Sin embargo, el ciclo menstrual de una mujer puede elevar la temperatura en un grado o más.


REFLEJO PUPILAR


Normalmente, el diámetro de las pupilas del ojo izquierdo y del derecho son iguales, a este fenómeno se le denomina ISOCORIA. Se llama ANISOCORIA a la desigualdad de tamaño entre una pupila y otra.
El aumento de diámetro (cuando disminuye la intensidad de la luz) se llama MIDRIASIS, a su disminución MIOSIS.
El reflejo pupilar origina una disminución de la pupila al aumentar la intensidad del foco de luz (MIOSIS). Cuando hay oscuridad se establece una MIDRIASIS.
Estos reflejos a la luz se realizan mediante unas vías que partiendo del ojo van a los centros pupilares (vías aferentes) y vuelven a él (vía eferente) constituyendo un arco reflejo.
Según se acerque o aleje un objeto a los ojos, aumenta o disminuye la convexidad del cristalino a fin de hacer coincidir los rayos luminosos en la retina y dar una imagen correcta, este cambio en el cristalino se debe al músculo ciliar. A este fenómeno se asocia una Miosis al acercar un objeto y una Midriasis al alejarlo.


COLORACIÓN DE LA PIEL


En adultos, el color de la piel se evalúa a nivel de las uñas (o llema de los dedos), mucosa oral, y conjuntiva o párpado interno del ojo. En el caso de infantes y niños, se examina también las palmas de las mano y la planta de los pies. Colores anormales de la piel incluyen, a saber:
• Palidez:indica probre perfusión o deficiencia circulatoria,
• Cianótico :color azuloso-grisoso, lo cual indica una deficiencia en la concentración sanguínea del oxígeno o pobre perfusión
• Ruboración/enrojecimiento ;asociado a la exposición excesiva al calor o intoxicación con monoxido de carbono), e ictericia (color amarillenta de la piel, mucosas y conjuntivas causado por cifras elevadas de bilirrubina en la sangre; comúnmente se asocia con una enfermedad en el hígado).
En aquellas circunstancia donde el shock se origina de una hemorragia, se podrá observar un color pálido, crisoso y ceroso en la lengua y en los lados de las mejillas dentro de la boca. El color rojo (ruborización) comúnmente observado en personas con fiebre, podrá ser identificado en la punta de las orejas en estas víctimas con piel de pigmentación oscura.
Última modificación: lunes, 17 de diciembre de 2018, 17:47