El elemento humano


El precio al que cotiza una acción representa un acuerdo general. Tenemos el precio en el cuál alguien está dispuesto a comprar y por supuesto otro precio al que alguien está dispuesto a vender, que depende principalmente de sus expectativas en el futuro de la acción.

Estas opiniones tan simples son la causa de un gran desafío para intentar conocer la dirección que tomarán los precios, porque el precio representa expectativas humanas. Como todos nosotros conocemos, los humanos no somos fácilmente cuantificables ni predecibles. Este simple hecho impedirá que cualquier sistema informático trabaje de forma consistente y efectiva.

¿Por qué es así? Porque los humanos estamos envueltos en factores emocionales, y podemos estar seguros de que las decisiones de inversión tomadas en todo el mundo están basadas también en criterios puramente emocionales.

Además los precios de las acciones están determinados por personas de las más diversas variedades; grandes magnates de las finanzas pero también por multitud de pequeños ahorradores. Todo un conglomerado humano. Esta diversidad y a la vez garantías de participantes en el mercado hacen del mismo mercado un elemento impredecible.
Última modificación: jueves, 7 de junio de 2018, 07:40