Horno a leña con tambor de 200 litros, para cerámica

Instructivo para la creacion artesanal de: Horno a leña "Condorhuasi" con tambor de 200 litros.
142fc496eac1104b24ae30fdcb1cffa1.12792740167Autor: Jorge Fernandez Chiti.
Nacionalidad: Argentino.
Miembro de la Academia Internacional de Cerámica, con sede en Ginebra (Suiza).
Informacion extraí­da del libro: Hornos cerámicos, 1992 por Ediciones Condorhuasi.


Caracterí­sticas

Se trata de un horno que se construye con gran facilidad y exiguo costo. Funciona optimamente, puesto que llega fácilmente a 1100 grados C en unas tres horas y media de coccion (sin apresurarlo). Puede llegar a los 1250 grados C, y, de hecho, lo hemos llevado hasta ese limite termico con esmaltes de gres. Se alimenta del modo mas barato con desechos de madera de cajones de frutas, etc. Permite hornear en atmosfera oxidante pastas y esmaltes (aun los comprados o comerciales). En el hemos hecho esmaltes rojos de cobre en atmosfera reductora y esmaltes de humo. Es ideal para cocciones con sales metálicas y efectos volátiles. Permite hacer cerámica negra, ahumando con bosta, guano, aserrí­n o brea. Tiene optimo rendimiento y máxima versatilidad de uso para el ceramista. Es de construccion en extremo fácil y barata, además es economico al máximo para hornear. Deberí­a existir uno en cada escuela. Lo venimos publicando desde nuestros primeros libros, en 1970, y lo hemos probado en cientos de localidades de nuestro paí­s y en decenas de otros paí­ses, siempre con el mismo optimo rendimiento y fidelidad. Este horno ha sido publicado en otros libros aparecidos mucho despues del nuestro, sin mencionar el origen del autor. Se han editado folletos para escuelas, resumiendo la construccion de este maravilloso horno, omitiendo la mencion de nuestro libro de donde fue copiado.

Las paredes del horno bien pueden hacerse con ladrillos porosos aislantes. En ese caso se los corta por la mitad, y se los superpone bien trabados (la union de dos ladrillos de una camada no debe coincidir con la union de otros dos de la camada superior). Se los cementará simplemente con caolin desleí­do en agua, (se sumergirá en agua un centí­metro de cada ladrillo para que absorba la humedad suficiente). Ver el apartado anterior Cementos refractarios. *Cada ladrillo aislante tienen un ancho de 11 cms, el que puede constituir perfectamente la pared del horno. Si se desea hacerla un poco mas gruesa, se dejara entre el ladrillo y el borde del tambor 2 cms, espacio que se rellenara con perlita o con el mismo relleno refractario aislante que usamos para espacios grandes entre ladrillos de (caolin 50% y chamoto 50%). Para mayor ahorro de ladrillos, en Condorhuasi hemos hecho hornos del siguiente modo. Se corta cada ladrillo aislante en tres partes iguales (7 cms cada trozo, aproximadamente). Se colocan los trozos de ladrillos, dando forma cilí­ndrica a la estructura, de manera que quede unos 12 cms desde el metal del tambor y como grosor total de la pared. Quedara 5 cms libres entre el trozo de ladrillo y el tambor, que lo rellenamos con nuestro relleno aislante para paredes de horno, hecho con aserrí­n, segun la formula dada anteriormente en este capitulo y en el capitulo Materiales refractarios para hornos. Tambien es posible rellenar ese espacio con un relleno de arcilla blanca 50% mas vermicula expandida 50% (en peso). Cuí­dese que la pared internar del horno (la zona hecho con ladrillos o trozos de ladrillos) sea bien circular y recta (a plomo), para lo cual se la pulirá a mano con una piedra de carburo de silicio. El relleno posterior se ira haciendo a medida que se levanta cada camada de ladrillos, compactándolo bien.

Si se hace el con ladrillos, no hay encogimiento de secado. Pero si se hace con relleno refractario, este encoge unos centí­metros y la pared baja en sentido vertical al secarse. Se debe guardar un poco de misma pasta humeda, para rellenar hasta el borde del cilindro cubriendo el espacio de contraccion. Inclusive en algunos hornos en esa zona hemos colocado trozos de ladrillos aislantes, para mejor asiento de la tala, y, además de ese modo es posible ganar unos centí­metros de altura.

La tapa del horno puede hacerse, o bien con relleno, o con ladrillos aislantes livianos (porosos). En esto se da la misma opcion que con la construccion de las paredes del horno. Si se hace con relleno refractario (el mismo que se uso para hacer las paredes del horno), el costo será mucho menor, pero el trabajo es mayor, habrá que esperar hasta que seque, etc. Si se la hace con ladrillos aislantes comprados, el costo es mucho mayor, pero la tapa puede hacerse en unas horas y el horno puede usarse en seguida si esta totalmente seco. En ambos casos se hará dos medias tapas, para facilitar el manipuleo (una tapa enteriza seria muy pesada). Dejese siempre al medio de entre ambas tapas una tobera de 11 x 11 cms (hasta 12 x 12 cms), para la necesaria salida de gases, que constituyen el tiraje del horno (de lo contrario este no funcionara). Para hacer las tapas con relleno refractario aislante, en primer lugar se construirá dos encajonamientos, con la medida de cada tapa (por dentro). Puede dársele forma rectangular, o, preferiblemente, forma trapezoidal acá una de las tapas, con lo que se ahorrara material y, sobre todo, peso. El grosor de cada tapa puede ser de unos 14 cms, o, como mí­nimo, unos 12 cms (no menos). Para hornear a elevadas temperaturas, el grosor de las tapas será mayor, al igual que el de las paredes (2 cm mas bastan para poder acumular mayor





Las maderas del molde serán lisas, y se las untara con grasa o aceite de motor recuperado a fin de permitir un fácil desprendimiento del material seco. La mezcla se hará del modo y con la misma formula que para hacer las paredes del horno, con aserrí­n. Se la verterá dentro del molde semihumeda, lo mas seca posible, compactándola bien con un taco de madera o fratacho de albañil. Se la dejara secar y, una vez que se halle bien seca, se la horneara en otro horno a unos 1100 grados C. Puede hacerse una tapa con arcilla blanca 60% y vernicula expandida 40% (6 kgs de arcilla o caolin y 4 de vernicula). Esta tapa tiene buena porosidad, horneada entre 1000 y 1040 grados C. Tiene la ventaja de que se evita el uso de aserrí­n, pero la desventaja de que no sirve para cocciones en altas temperaturas (no pasar los 1040 grados en uso). La abertura de la tobera se recortara con sierra o serrucho una vez horneada la tapa (es lo mas practico). Tambien es posible colocar medio ladrillo, o un cajoncito de madera, para dejar el espacio libre de la tobera, previendo el encogimiento de secado (dejese no menos de 12,5 x 12,5 cms de vacio para la tobera). Sin embargo, por experiencia hemos comprobado que es mejor hacer esta abertura despues de horneada la tapa, la que es porosa y blanda para ser fácilmente recortada. Es frecuente que se formen grietas de los vertices de la tobera, cuando se deja la abertura al verter el relleno.

Cuando se hará la tapa con ladrillos aislantes porosos (livianos), si son comprados ellos deben ser del K 26. Primeramente agujereara cada ladrillo exactamente en su punto medio (trazando diagonales a lápiz y con regla). La perforacion se hará con un taladro electrico, con una mecha gruesa. Luego se ensartara cada ladrillo con una varilla roscada gruesa, de media pulgada, gruesas tuercas y arandelas a cada extremo para mejor sosten. Una planchuela de hierro puede ayudar a comprimir los ladrillos (sin exagerar), aumentando la superficie de compresion. Estas tapas, hechas con ladrillos puestos de canto, son muy eficaces, duran muchos años y tienen buen poder aislante. Para hornos de muy alta temperatura (cocciones a 1300 grados C o mas), nosotros superponemos dos de estas tapas.

Conviene hornear la tapa hecha con relleno refractario antes de quemar el horno por primera vez. Para ello, debe estar completamente seca, y se la llevara a hornear a otro horno que al menos tenga capacidad para una media tapa por vez. Sino se consigue otro horno, se la usara cruda, y ella misma se ira quemando un poco mas en cada coccion. Claro que así­ resultara tal vez demasiado pesada para el ceramista. Horneesela a unos 1100 grados (la mezcla porosa, con aserrí­n); o a mil grados solamente si se la hizo con la mezcla de vernicula expandida y arcilla blanca.

La parrilla de este horno se hacer segun muestra la ilustracion anterior. Se conseguirá un aro de motor de arranque de camion (viejo), cuyo diámetro es de 33cms por fuera: ideal para este horno, cuyo diámetro interno es de unos 37 cms (o segun el mayor o menos grosor de pared que desee el ceramista). Este aro es de acero y resiste la temperatura de la parilla. Si no se consigue este tipo de aro dentado, hágase un aro con planchuela de hierro de una pulgada de ancho, bien soldada. La planchuela se doblara a modo de cinta, hasta darle forma cilí­ndrica. Sobre el aro o la cinta se soldaran varillas de construccion, de un centí­metro cada una, dejando una luz o espacio de una pulgada entre una y otra varilla. No se debe hacer parrillas con sus varillas demasiado alejadas entre se (pues en ese caso hay exceso de tiraje dentro del horno y este no sube). Tampoco se las hará con las varillas demasiado apretadas (en este casi abra poco tiraje, y el horno tampoco subirá de temperatura por falta de aire primario necesario para la combustion). Cuando alguna varilla o el aro se deforme o se retuerza, es señal de que el horno tiene poco tiraje, ya sea por atiborrarlo con piezas en la cámara de coccion, por haber utilizado una placa demasiado grande como base del hogar (o rompellamas): debe haber una luz de 4 a 5 cms entre la placa y la pared del horno. Se la parrilla se dobla es señal de recalentamiento en esa zona, es decir, hay poca transferencia calorica hacia arriba, donde esta la carga. Corrí­jase los defectos de carga o construccion, y se vera que una parrilla bien construida dura años.

Como se ve en la ilustracion, el envarillado debe disponerse en sentido horizontal con respecto al ceramista fogonero (para que las leñas pequeñas no caigan al cenicero). Hacia el exterior del horno debe sobresalir una parte de la parrilla que sirve de apoyo de los ladrillos que obturaran el hogar en ciertas etapas de la coccion; para apoyo de piezas secándose; para hornear alguna comida... etc. Esta prolongacion de la parrilla es altamente util. Su longitud será igual al diámetro dotal de la parilla. Si esta se hace con un diámetro de 33 cms, la prolongacion hacia fuera tambien debe medir 33 cms. Esta parrilla es de quita y pon. Se la coloca por arriba del horno y se la quita por allí­ mismo, ya sea para limpiarla o repararla. Se la apoya sencillamente sobre tres soportes de unos 5 x 5 cms de grosor cada uno, por 11 cm de alto, que a su vez apoyan sueltos sobre el piso del cenicero.

Para control de la temperatura se hará un agujero en el tambor y en la pared del horno, de un dedo de grosor, suficiente como para que la termocupula de pirometro pase holgadamente. No se hacer agujeritos estrechos (represivistas). Esta abertura se practicará a unos 10 cms debajo de la tapa del horno, a un costado del mismo con respecto a la abertura del hogar. Conviene hacer dos agujeros iguales, uno a cada lado del horno. Servirán para calibrar dos pirometros; para arrojar al interior del honro sustancias ahumantes (brea); para observacion del color de la coccion y otros usos. Todo horno circular debe llevar tros, o al menos dos aberturas de 1,5 cms como mí­nimo de diámetro.

Funcionamiento del horno

Antes que nada, se deberá armar el horno correctamente, es decir, se colocara su parrilla, apoyada suelta sobre tres soportes de unos 11 cms de alto colocados sobre el piso del cenicero. No se haga soportes demasiados grandes (medio ladrillo, por ejemplo), pues ello quita espacio para la succion del aire primario, que entra por el cenicero. Sobre la parrilla, y encolumnados sobre los mencionados soportes del cenicero, se colocaran otros tres soportes, de unos 22 cms de altura y el mismo grosor (unos 5 x 5 cms). Estos soportes servirán para soportar la placa rompellamas, que es la primera placa del horno, y que sirve a la vez como piso del hogar. Esta placa se hará con la forma anteriormente dada en el capitulo Materiales refractarios para hornos. Generalmente usamos la formula arcilla blanca 30; caolin 30; chamote mediano 40%. Ello equivale a 3 kgs de arcilla blanca; 3 kgs de caolin bien blanco; y 4 kgs de chamote mediano. Otras formulas, que aparecen en dicho capitulo de este libro, tambien pueden utilizarse con exito. Se puede hacer un moldecito de madera, bien engrasado por dentro, con las medidas adecuadas para hacer los soportes del horno, con la misma formula. La pasta no debe estar muy humeda al presentarla dentro d esos moldes. Jamás se usara aserrí­n para hacer la pasta de placas y soportes de horno: no deben ser porosos sino. Al contrario, bien compactos.

La placa de rompellamas debe ser bastante gruesa, unos 3.5 cms es lo recomendable, a fin de que no se recalienten las piezas que se apoyaran sobre ella. Conviene tener varias planchas de horno, de unos 3 cms de grosor, y unos 30 cms de diámetro, para armar varios pisos en caso de necesitarlo la carga. Piensese además que se debe dejar unos 4 cms libres en torno a cada placa de apoyo de carga, para la necesaria circulacion del aire caliente, lo que, a su vez, determina el tiraje y el buen ascenso de la temperatura.

Se debe tener tapones para colocar en la puerta del hogar y el cenicero cuando el horno se ha apagado para impedir un enfriamiento demasiado rápido. Se los hará con la misma pasta de relleno usada para las paredes del horno, con aserrí­n, y horneados. Durante la coccion, jamás se cerrara el cenicero, no se reducirá su entrada de aire, ya que por alli ingresa al horno el necesario aire primario que, al atravesar la parrilla, hace que la leña seca se oxide (combustion = calor). La abertura del hogar puede cerrarse un poco cuando el horno toma el necesario aire secundario, que permite un adecuando tiraje y una completa combustion, sin deficiencia de aire dentro del horno.

La tobera que existe al centro de la tapa (de unos 11 x 11 cms, cuadrada o rectangular), jamás se obturara no tapara durante la coccion. Sí­ se debe obturar cuando el horno se ha apagado, para impedir un enfriamiento muy rápido, que puede causar grietas en las piezas. Al hornear, ambas medias tapas estarán bien apretadas entre si, para impedir fugas de calor por la comisura. Hacia los 350 grados C la tapa de la tobera puede ir abriendose de a poco, y totalmente a los 250 grados C, no antes, durante el enfriamiento.

El combustible. La leña que se usara sea madera reciclada: no debe cortar árboles vivos. Además, la leña verde no sirve, pues el horno no sube. Hemos comprobado en años de experiencia con este tipo de hornos, que la mejor leña es la madera de cajones de frutas (o similar). Esa leña blanda generalmente pino o álamo, se halla seca (estacionada)m y ya viene cortada en lonjas delgadas, lo que aumenta la superficie de oxidacion dentro del hogar y entrada todo su poder calorico en la menor unidad de tiempo. No sirven maderas verdes. Se considera seca una medara estacionada al menos un año (ello nada tiene que ver con el agua de lluvia). Una madera puede estar mojada por la lluvia pero bien seca para hornear. Las maderas duras, además, como el quebracho, algarrobo, etc, rinden menos calorí­as para una misma unidad de tiempo que las blandas, pese a la opinion vulgar en contrario. Las leñas duras arden bien sobre los 800 grados C, y, aun así­, se queman lentamente. Es esencial echar al honro maderas cortadas finas: así­ se aumenta al doble la superficie de oxidacion, y con ello la produccion de calor. Un grueso tronco de madera echado al fuego, tardara en quemarse (oxidarse) diez veces mas que si se lo corta en diez lonjas delgadas de leña. El secreto para aumentar el poder calorí­fico de la leña consiste en usar leña estacionada; de maderas blandas; y cortadas en lonjas finas (delgadas). Maderas sobrantes de fabricas de sillas o bancos suelen ser buenas para este horno, puesto que ya provienen cortadas en trozos chicos y siempre se trata de maderas estacionadas.

La leña se echara al horno de a poco y seguido; jamás de a mucho y espaciado. Atiborrando de leña el horno solo hará que la madera se queme parcialmente, y salga sin oxidarse por la tobera, en forma de humo negro, que es combustible derrochado, que no se traduce en calor. Alimentando el horno a un ritmo adecuado (por ejemplo, varios trozos de leña cada dos o tres minutos), hará que el ascenso de la temperatura sea sostenido y constante. Con este horno se comprobara que, mas buen deberemos frenarlo, ya que si echamos demasiada leña al fuego y muy seguidamente en dos horas puede llegar a 1200 grados, con el consiguiente peligro para las piezas. En las ultimas etapas de la horneada se puede colocar en una lata de aceite de coche (de 4 litros), sin tapa y sin fondo, sobre la tobera. Ella aumentara un poco el tiraje natural de este horno, que, por lo demás es excelente. No acoplarle chimeneas altas, pues al no necesitar tanto tiraje, el horno se enfriara y no subirá de temperatura. Si se lo instala en un lugar que requiera derivar los humos al exterior, se le colocara una campana, a unos 60 o 70 cms por sobre la tobera. Esta aspirara los humos pero sin aumentar el tiraje. El buen fogonero jamás ahuma, salvo cuando el horno se halla frí­o, en los comienzos de la horneada. El humo negro indica exceso de combustible en el hogar, y falta de pericia en el hornero.



Creemos que es un horno mágico y mí­stico, por su comportamiento, economicidad y porque le de a cada uno lo suyo: pone al ceramista frente a si mismo, pues no permite disimulos (desnuda el alma). Quienes no gustan de la coccion a leña, en eso mismo lleva el test de su nivel espiritual cerámico.

Proceso de construccion

Consí­gase un tambor de 200 litros de capacidad (comunes o sobrantes en las construcciones de casas, etc.). Si bien sus dimensiones pueden variar un poco, suelen tener unos 85 cms de alto; 59 cms de diámetro interior. Puede servir un tambor viejo o algo oxidado, con tal que la chapa este resistente. No perjudica (al contrario) si el interior esta sucio de grasas y aceites. Debe tener perfecta horizontalidad. No debe tener tapa: para ello busquese un tambor de los que lleve tapa de quita y pone. Si tiene techo y solo un agujero por arriba, se deberá cortar la chapa del techo y retirarla. Para cortar la chapa de hierro hay varios metodos. Uno consiste en usar un soplete metalurgico (es el metodo mas rápido). Otro puede ser el corte con sierra de mano, o, mejor mecánica. Otro metodo (casero) consiste en trazar el dibujo del corte con tiza o lápiz. Luego se aplica la mecha o broca de un taladra electrico y se va haciendo agujeritos a cada centí­metro (poco mas o menos). A continuacion, con un cortafrí­o de punta chata y afilada, se golpea hasta desprender la chapa uniendo cada agujero entre si.





Antes que otra cosa, se debe hacer los necesarios cortes sobre un lado del tambor, para el cenicero, y el hogar. Piensese que se debe dejar espacio para el piso de ladrillos refractarios pesados o compactos (de media alumida), que se hará poniendo una camada de ladrillos (o sus trozos o cortes) sobre todo el piso interno del tambor. No se precisa de los costosos ladrillos aislantes para el piso del cenicero, aunque si los tiene bien puede utilizarlos.

Si hay tiempo, dicho piso del cenicero se construirá con el mismo relleno refractario con que se hará las paredes, cuya composicion se dará enseguida. El grosor de dicha capa o suelo de relleno refractario, o de ladrillos comprados (los ya usados vienen muy bien para este fin), puede ser de unos 8 cms (poco mas o menos). Los ladrillos refractarios comprados suelen tener 7 cms de grosor (ese será entonces el del piso). Se debe construir dicho piso del cenicero bien horizontal (usese un nivel para comprobarlo). En los intersticios entre ladrillos se verterá polvo de chamote al fondo, y luego se rellenará las juntas con caolin empastado con agua (espeso). Si hay trozos o huecos en el piso, o agujeros que se deba rellenar, se hará una mezcla de relleno con 50 por ciento de arcilla blanca (o caolin) mas 50 porciento en peso de chamote mediano. Empástese con poco agua, y presionese para que penetre bien el relleno. Esa mezcla servirá para reparaciones futuras (a cada coccion todo horno debe revisarse y repararse: el mantenimiento es esencial a fin de que el horno tenga larga vida).

Por sobre la altura del piso interno del horno, se hará la abertura para el cenicero y hogar. Hágase una sola abertura, para simplificar cortes. *La abertura o agujero que se hará al costado del tambor será de 23 cms de ancho por 30 cms de altura. No se olvide de marcar la abertura con tiza antes de cortarla, ni de dejar libres unos 8 cms por debajo (desde el piso exterior). En otras palabras: comiencese la abertura a partir de los 8 cms desde el suelo donde se apoyara el horno. Este debe estar seco. Lo ideal es un patio. Si se tiene piso de tierra, se colocara una plataforma de ladrillos comunes, de unos 10 cms de altura o poco mas (dos camadas de ladrillos ordinarios, o una de ladrillos huecos). Nosotros, aun teniendo el horno sobre un patio, colocamos debajo de el una camada de ladrillos refractarios pesados o compactos, a fin de protegerlo de la humedad, del agua al lavar los pisos, etc.

* En otras ediciones de libros hemos hecho las aberturas para el cenicero y el hogar separadamente, es decir, dos aberturas. Ahora hemos simplificado la construccion.

Se debe decidir claramente si se hará el horno con ladrillos refractarios aislantes (porosos o livianos); o si, por el contrario se lo construirá con nuestro relleno refractario. Ambos tienen sus pro y sus contra. Con relleno el horno resulta sumamente barato; con ladrillos aislantes comprados muy costoso. Con relleno el horno tarda en secarse una o dos semanas antes de poder utilizarlo; con ladrillos se lo puede poner a funcionar inmediatamente. Cada ceramista debe elegir, optar, sabiendo que, luego, no hay regreso. Explicaremos ambos metodos, comenzando por el que nosotros recomendamos: el del relleno refractario aislante.

Una vez hecho el piso interior del horno (con relleno o bien con ladrillos refractarios pesados), no es necesario esperar a que este piso se halle seco para levantar las paredes del horno. Para hacerlas, se conseguirá un carton fibrado suficientemente grueso, de manera que no se deforme al rellenarlo con pasta humeda (el relleno refractario). Las medidas del carton deben ser de unos 90 cms de ancho como mí­nimo, pues debe sobresalir hacia fuera del horno (por arriba). Se lo cilindrara a la medida deseada para el interior del honro, dejando lugar par el grosor natural de la pared, que debe ser de unos 11 cms, no menos (11 a 12 es lo ideal). Si el diámetro del tambor es de 59 cms, descontando el grosor de la pared en ambos lados sobre el diámetro (11 + 11 = 22 cms), quedara libre un espacio interior para coccion de piezas de 37 cms (37 + 22 = 59 cms). Es una buena cámara de coccion, de la que puede vivir un ceramista y si familia, siempre que sea trabajador y creativo. Si la produccion lo exige, se puede varios de estos hornos en funcionamiento.







Relleno Refractario Aislante

Se debe disponer de 100 kgs de arcilla blanca; 100 kgs de caolin; y 100 kgs de chamote de grano mediano (grueso no). Esta cantidad alcanza para las paredes, tapa, y placas refractarias. Diagností­quese todos los materiales que se haya adquirido, pues es frecuente que se venda materias primas de baja calidad. Jamás usar arcillas rojas o caolines rosados para construir hornos, pues disminuyen la aislamiento termica. Tampoco se usara arcillas calcáreas, por la misma razon. Pruebese si la arcilla o caolin contienen cal, en cuyo caso se desecaran. *El chamote debe ser de la mejor calidad que se consiga. El ideal seria el de ladrillos aislantes de horno, que algunos fabricantes vendí­an hace años. Si no se lo consigue, usese el que haya en el comercio, con tal que no sea de grano muy grueso.

Se mezclaran los ingredientes de a poco, por ejemplo en tandas de 20 kgs. Así­ el trabajo se facilita, pues es difí­cil mezclar 10 o 20 kgs de materiales en polvo seco, pero no lo es si quisieramos mezclar 50 kgs. La formula que se usara para este relleno es:

*Para diagnosticar arcillas calcareas, consultar Diagnostico de Materiales Cermicos.

RELLENO REFRACTARIO PARA PAREDES DE HORNOS
Arcilla blanca: 3 partes (en peso: kgs).
Caolin: 3 partes (en peso: kgs).
Chamote: 4 partes (en peso: kgs).


Para preparar, por ejemplo, diez kgs de relleno, se mezclara en polvo seco 3 kgs de arcilla blancal 3 kgs de caolin; y 4 kgs de chamote mediano. Si no hubiera caolin, se usara 6 partes de arcilla blanca. Si no hubiera arcilla blanca, se usara 6 kgs de caolin. El chamote puede ser usado hasta en un 50 por ciento, lo que hará que el relleno encoja menos y no se agriete en el secado. Con todo, la formula que venimos usando desde 1970 es muy buena y confiable (de nuestra creacion, que ahora aparece en varios libros extranjeros sin mencionar la verdadera fuente).

Una vez que se ha mezclado los materiales secos, se le agregara aserrí­n tamizado por alambre mosquitero (malla Nro. 20), en porcentaje del 50 al 60 por ciento, en volumen (no en peso). No equivocarse en esto. En volumen, significa que para diez medidas de la mezcla (tazas, baldes, etc.) se le agregara de cinco a seis medidas de aserrí­n tamizado y seco. Cuanto mayor sea el porcentaje de aserrí­n que se introduzca en la pasta de relleno, tanto mas aislante resultara (las partí­culas de aserrí­n se queman durante la primera coccion del horno, provocando los preciosos poros que son los responsables de la capacidad aislante de un ladrillo o relleno refractario). Se mezclara muy bien todos los polvos, y luego se los empastara con un 35 por ciento de agua, echándola por rociado a mano o con regadera. No se añada demasiada agua, ya que el relleno encogerí­a demasiado y se corre el riesgo de que se produzcan fisuras de secado. Además, con exceso de agua, el carton del encofrado puede deformarse si no es grueso o impermeable. *Por otra parte, exceso de humedad obligara a esperar demasiado tiempo antes de que el carton cilindrado pueda retirarse del interior del horno, cosa que nosotros hacemos al otro dí­a o, como máximo a las 48 horas de haber rellenado el horno, a condicion de hacer la mezcla semihumeda (con 35 por ciento de agua, no mas). El agua se medirá del siguiente modo. Para cada 10 kgs de mezcla seca (con aserrí­n, etc.) se añadirá 3,5 litros de agua. Mezclándose muy bien el agua con el relleno, empástese y compácteselo a mano hasta que adhiera consistencia y la mezcla forme bollos enterizos.

A medida que se humedece y empasta el relleno, se lo verterá al interior del encofrado, compactándolo con palo ancho y cuadrado. Es importante compactar bien este relleno, de lo contrario ciertas partes pueden desmenuzarse posteriormente. El horno puede hacerse en un dí­a o en varios, segun la disponibilidad del ceramista. Bien puede verter 10 kgs por dí­a o mas, o bien 30kgs. El relleno conserva suficiente humedad como para que se adhiera perfectamente la porcion que se hecha al dí­a siguiente. Si por cualquier percance ha pasado mucho tiempo con el horno sin concluir, se humedecerá un poco la zona superior del relleno ya hecho, y se le agregara encima material nuevo. No hay problema ninguno en esto, tiene buena adherencia en humedo.

*Si se usa un tipo de carton absorbente (no impermeable), este se deformara al absorber la humedad del relleno. Para impedirlo, se lo pintará con aceite de motor usado antes de armar el cilindro, o con grasa, cebo, vaselina, aceite de cocina, u otro unto impermeabilizante.



Advertimos que, al rellenar las paredes, se debe cubrir o proteger con carton grueso o chapa lisa la zona abierta al exterior, cuya chapa del tambor se ha retirado anteriormente para practicar la abertura del cenicero y del hogar. De no hacerlo, el relleno caerá al piso (como es logico).

Se debe colocar dos pilares, a ambos costados de la abertura del cenicero-hogar, hechos con ladrillos refractarios compactos: así­ se impedirá que el relleno caiga al exterior cuando se construye el horno. Asimismo, siendo dichos ladrillos compactos y muy duros, resistirán mejor el roce y el manipuleo de la carga y descarga y al usar el horno. Se los cortara con un cortafrí­o o cincel y a martillo (o sierra metálica muy dura) a la medida necesaria, pues dado que cada ladrillo en vertical mide 30 cms de altura. Cada ceramista se las arreglara en esto: se debe ser creativo. Es posible tambien usar ladrillos porosos y aislantes para ese fin, cuyo corte es muchí­simo mas fácil, aunque su costo es mayor. Lo importante es impedir que caiga el relleno al exterior cuando se hace las paredes del horno, y evitar que se dañe una pared lateral porosa y desmenuzable cuando se carga y descarga el horno, cuando se limpia el cenicero con una varilla de hierro, o cuando se introduce leña. Es inevitable rozar o golpear las paredes laterales del hogar y del cenicero. Cuí­dese de que dichas paredes sean rectas hacia el interior (no inclinadas) y paralelas entre si.

El techo de la abertura para el hogar-cenicero se hará del siguiente modo. Cuando se hayan colocado las paredes de ladrillos a cada lado de dicha abertura, sobre dichos ladrillos se colocara lo que denominamos el chapon, que es una simple chapa de hierro, los gruesa posible. Sirve desde una chapa comun de 1,5 milí­metros (como la del mismo tambor), pero lo ideal es conseguir una chapa mas gruesa, de 3 milí­metros como mí­nimo, y mas aun si se puede. Tambien es posible doblar hacia dentro la misma chapa del tambor cuando se la recorta, doblándola a su vez sobre si misma, de manera que resulte una especie de techo metálico que cubra todo el agujero del hogar, y cuyo ancho hacia el interior del tambor será de unos 11 a 12 cms (o poco mas). Dicho techo servirá para impedir que caiga relleno hacia el interior del honro mientras se los construye, y tambien para proteger la zona cuando el horno se halle en uso: es la mas debil del horno, y allí­ quedara sustentada. Tambien es posible colocar dos ladrillos refractarios cubriendo esa zona, pero no es fácil sostenerlos, ya que la abertura mide 23 cms de ancho, y los ladrillos comprados 22 cms. Sin embargo, al colocar el relleno de la pared sobre ambos ladrillos, estos quedaran bien sostenidos. Hay diversas soluciones para cubrir el techo del hogar, y sus paredes laterales. Lo esencial es que dicha zona quede solidamente construida, sin que caiga pasta del relleno hacia abajo.

Si el horno ha sido construido segun se explico, y el relleno con un poco de humedad, pero sin exceso, ya al dí­a siguiente podrá levantarse de a poco el carton cilindrado que sirvio como molde. A lo sumo a las 48 horas este carton podrá extraerse lentamente hacia arriba, de manera que las paredes queden perfectamente enteras y sin roturas. Si algun trozo de pared se dañara, se lo reparara con un poco de la misma mezcla que se utilizo anteriormente (siempre conviene guardar un poco para futuras reparaciones). Se dejara secar al aire el relleno, y, si el tiempo es seco, en una semana aproximadamente estará en condiciones de hacer la primera horneada (sin piezas). No dejar que el horno se moje por lluvias: si no esta bajo alero, se lo protegerá con plásticos cuando llueva, pero se los descubrirá unicamente con tiempo seco, para acelerar el secado.



Las maderas del molde serán lisas, y se las untara con grasa o aceite de motor recuperado a fin de permitir un fácil desprendimiento del material seco. La mezcla se hará del modo y con la misma formula que para hacer las paredes del horno, con aserrí­n. Se la verterá dentro del molde semihumeda, lo mas seca posible, compactándola bien con un taco de madera o fratacho de albañil. Se la dejara secar y, una vez que se halle bien seca, se la horneara en otro horno a unos 1100 grados C. Puede hacerse una tapa con arcilla blanca 60% y vernicula expandida 40% (6 kgs de arcilla o caolin y 4 de vernicula). Esta tapa tiene buena porosidad, horneada entre 1000 y 1040 grados C. Tiene la ventaja de que se evita el uso de aserrí­n, pero la desventaja de que no sirve para cocciones en altas temperaturas (no pasar los 1040 grados en uso). La abertura de la tobera se recortara con sierra o serrucho una vez horneada la tapa (es lo mas practico). Tambien es posible colocar medio ladrillo, o un cajoncito de madera, para dejar el espacio libre de la tobera, previendo el encogimiento de secado (dejese no menos de 12,5 x 12,5 cms de vacio para la tobera). Sin embargo, por experiencia hemos comprobado que es mejor hacer esta abertura despues de horneada la tapa, la que es porosa y blanda para ser fácilmente recortada. Es frecuente que se formen grietas de los vertices de la tobera, cuando se deja la abertura al verter el relleno.



Cuando se hará la tapa con ladrillos aislantes porosos (livianos), si son comprados ellos deben ser del K 26. Primeramente agujereara cada ladrillo exactamente en su punto medio (trazando diagonales a lápiz y con regla). La perforacion se hará con un taladro electrico, con una mecha gruesa. Luego se ensartara cada ladrillo con una varilla roscada gruesa, de media pulgada, gruesas tuercas y arandelas a cada extremo para mejor sosten. Una planchuela de hierro puede ayudar a comprimir los ladrillos (sin exagerar), aumentando la superficie de compresion. Estas tapas, hechas con ladrillos puestos de canto, son muy eficaces, duran muchos años y tienen buen poder aislante. Para hornos de muy alta temperatura (cocciones a 1300 grados C o mas), nosotros superponemos dos de estas tapas.



Conviene hornear la tapa hecha con relleno refractario antes de quemar el horno por primera vez. Para ello, debe estar completamente seca, y se la llevara a hornear a otro horno que al menos tenga capacidad para una media tapa por vez. Sino se consigue otro horno, se la usara cruda, y ella misma se ira quemando un poco mas en cada coccion. Claro que así­ resultara tal vez demasiado pesada para el ceramista. Horneesela a unos 1100 grados (la mezcla porosa, con aserrí­n); o a mil grados solamente si se la hizo con la mezcla de vernicula expandida y arcilla blanca.

La parrilla de este horno se hacer segun muestra la ilustracion anterior. Se conseguirá un aro de motor de arranque de camion (viejo), cuyo diámetro es de 33cms por fuera: ideal para este horno, cuyo diámetro interno es de unos 37 cms (o segun el mayor o menos grosor de pared que desee el ceramista). Este aro es de acero y resiste la temperatura de la parilla. Si no se consigue este tipo de aro dentado, hágase un aro con planchuela de hierro de una pulgada de ancho, bien soldada. La planchuela se doblara a modo de cinta, hasta darle forma cilí­ndrica. Sobre el aro o la cinta se soldaran varillas de construccion, de un centí­metro cada una, dejando una luz o espacio de una pulgada entre una y otra varilla. No se debe hacer parrillas con sus varillas demasiado alejadas entre se (pues en ese caso hay exceso de tiraje dentro del horno y este no sube). Tampoco se las hará con las varillas demasiado apretadas (en este casi abra poco tiraje, y el horno tampoco subirá de temperatura por falta de aire primario necesario para la combustion). Cuando alguna varilla o el aro se deforme o se retuerza, es señal de que el horno tiene poco tiraje, ya sea por atiborrarlo con piezas en la cámara de coccion, por haber utilizado una placa demasiado grande como base del hogar (o rompellamas): debe haber una luz de 4 a 5 cms entre la placa y la pared del horno. Se la parrilla se dobla es señal de recalentamiento en esa zona, es decir, hay poca transferencia calorica hacia arriba, donde esta la carga. Corrí­jase los defectos de carga o construccion, y se vera que una parrilla bien construida dura años.

Como se ve en la ilustracion, el envarillado debe disponerse en sentido horizontal con respecto al ceramista fogonero (para que las leñas pequeñas no caigan al cenicero). Hacia el exterior del horno debe sobresalir una parte de la parrilla que sirve de apoyo de los ladrillos que obturaran el hogar en ciertas etapas de la coccion; para apoyo de piezas secándose; para hornear alguna comida... etc. Esta prolongacion de la parrilla es altamente util. Su longitud será igual al diámetro dotal de la parilla. Si esta se hace con un diámetro de 33 cms, la prolongacion hacia fuera tambien debe medir 33 cms. Esta parrilla es de quita y pon. Se la coloca por arriba del horno y se la quita por allí­ mismo, ya sea para limpiarla o repararla. Se la apoya sencillamente sobre tres soportes de unos 5 x 5 cms de grosor cada uno, por 11 cm de alto, que a su vez apoyan sueltos sobre el piso del cenicero.



Para control de la temperatura se hará un agujero en el tambor y en la pared del horno, de un dedo de grosor, suficiente como para que la termocupula de pirometro pase holgadamente. No se hacer agujeritos estrechos (represivistas). Esta abertura se practicará a unos 10 cms debajo de la tapa del horno, a un costado del mismo con respecto a la abertura del hogar. Conviene hacer dos agujeros iguales, uno a cada lado del horno. Servirán para calibrar dos pirometros; para arrojar al interior del honro sustancias ahumantes (brea); para observacion del color de la coccion y otros usos. Todo horno circular debe llevar tros, o al menos dos aberturas de 1,5 cms como mí­nimo de diámetro.

Funcionamiento del horno

Antes que nada, se deberá armar el horno correctamente, es decir, se colocara su parrilla, apoyada suelta sobre tres soportes de unos 11 cms de alto colocados sobre el piso del cenicero. No se haga soportes demasiados grandes (medio ladrillo, por ejemplo), pues ello quita espacio para la succion del aire primario, que entra por el cenicero. Sobre la parrilla, y encolumnados sobre los mencionados soportes del cenicero, se colocaran otros tres soportes, de unos 22 cms de altura y el mismo grosor (unos 5 x 5 cms). Estos soportes servirán para soportar la placa rompellamas, que es la primera placa del horno, y que sirve a la vez como piso del hogar. Esta placa se hará con la forma anteriormente dada en el capitulo Materiales refractarios para hornos. Generalmente usamos la formula arcilla blanca 30; caolin 30; chamote mediano 40%. Ello equivale a 3 kgs de arcilla blanca; 3 kgs de caolin bien blanco; y 4 kgs de chamote mediano. Otras formulas, que aparecen en dicho capitulo de este libro, tambien pueden utilizarse con exito. Se puede hacer un moldecito de madera, bien engrasado por dentro, con las medidas adecuadas para hacer los soportes del horno, con la misma formula. La pasta no debe estar muy humeda al presentarla dentro d esos moldes. Jamás se usara aserrí­n para hacer la pasta de placas y soportes de horno: no deben ser porosos sino. Al contrario, bien compactos.

La placa de rompellamas debe ser bastante gruesa, unos 3.5 cms es lo recomendable, a fin de que no se recalienten las piezas que se apoyaran sobre ella. Conviene tener varias planchas de horno, de unos 3 cms de grosor, y unos 30 cms de diámetro, para armar varios pisos en caso de necesitarlo la carga. Piensese además que se debe dejar unos 4 cms libres en torno a cada placa de apoyo de carga, para la necesaria circulacion del aire caliente, lo que, a su vez, determina el tiraje y el buen ascenso de la temperatura.

Se debe tener tapones para colocar en la puerta del hogar y el cenicero cuando el horno se ha apagado para impedir un enfriamiento demasiado rápido. Se los hará con la misma pasta de relleno usada para las paredes del horno, con aserrí­n, y horneados. Durante la coccion, jamás se cerrara el cenicero, no se reducirá su entrada de aire, ya que por alli ingresa al horno el necesario aire primario que, al atravesar la parrilla, hace que la leña seca se oxide (combustion = calor). La abertura del hogar puede cerrarse un poco cuando el horno toma el necesario aire secundario, que permite un adecuando tiraje y una completa combustion, sin deficiencia de aire dentro del horno.



La tobera que existe al centro de la tapa (de unos 11 x 11 cms, cuadrada o rectangular), jamás se obturara no tapara durante la coccion. Sí­ se debe obturar cuando el horno se ha apagado, para impedir un enfriamiento muy rápido, que puede causar grietas en las piezas. Al hornear, ambas medias tapas estarán bien apretadas entre si, para impedir fugas de calor por la comisura. Hacia los 350 grados C la tapa de la tobera puede ir abriendose de a poco, y totalmente a los 250 grados C, no antes, durante el enfriamiento.

El combustible. La leña que se usara sea madera reciclada: no debe cortar árboles vivos. Además, la leña verde no sirve, pues el horno no sube. Hemos comprobado en años de experiencia con este tipo de hornos, que la mejor leña es la madera de cajones de frutas (o similar). Esa leña blanda generalmente pino o álamo, se halla seca (estacionada)m y ya viene cortada en lonjas delgadas, lo que aumenta la superficie de oxidacion dentro del hogar y entrada todo su poder calorico en la menor unidad de tiempo. No sirven maderas verdes. Se considera seca una medara estacionada al menos un año (ello nada tiene que ver con el agua de lluvia). Una madera puede estar mojada por la lluvia pero bien seca para hornear. Las maderas duras, además, como el quebracho, algarrobo, etc, rinden menos calorí­as para una misma unidad de tiempo que las blandas, pese a la opinion vulgar en contrario. Las leñas duras arden bien sobre los 800 grados C, y, aun así­, se queman lentamente. Es esencial echar al honro maderas cortadas finas: así­ se aumenta al doble la superficie de oxidacion, y con ello la produccion de calor. Un grueso tronco de madera echado al fuego, tardara en quemarse (oxidarse) diez veces mas que si se lo corta en diez lonjas delgadas de leña. El secreto para aumentar el poder calorí­fico de la leña consiste en usar leña estacionada; de maderas blandas; y cortadas en lonjas finas (delgadas). Maderas sobrantes de fabricas de sillas o bancos suelen ser buenas para este horno, puesto que ya provienen cortadas en trozos chicos y siempre se trata de maderas estacionadas.

La leña se echara al horno de a poco y seguido; jamás de a mucho y espaciado. Atiborrando de leña el horno solo hará que la madera se queme parcialmente, y salga sin oxidarse por la tobera, en forma de humo negro, que es combustible derrochado, que no se traduce en calor. Alimentando el horno a un ritmo adecuado (por ejemplo, varios trozos de leña cada dos o tres minutos), hará que el ascenso de la temperatura sea sostenido y constante. Con este horno se comprobara que, mas buen deberemos frenarlo, ya que si echamos demasiada leña al fuego y muy seguidamente en dos horas puede llegar a 1200 grados, con el consiguiente peligro para las piezas. En las ultimas etapas de la horneada se puede colocar en una lata de aceite de coche (de 4 litros), sin tapa y sin fondo, sobre la tobera. Ella aumentara un poco el tiraje natural de este horno, que, por lo demás es excelente. No acoplarle chimeneas altas, pues al no necesitar tanto tiraje, el horno se enfriara y no subirá de temperatura. Si se lo instala en un lugar que requiera derivar los humos al exterior, se le colocara una campana, a unos 60 o 70 cms por sobre la tobera. Esta aspirara los humos pero sin aumentar el tiraje. El buen fogonero jamás ahuma, salvo cuando el horno se halla frí­o, en los comienzos de la horneada. El humo negro indica exceso de combustible en el hogar, y falta de pericia en el hornero.











Última modificación: jueves, 7 de junio de 2018, 07:40