Maquillaje de acuerdo a tu vestimenta

Al igual que las mujeres prestamos atención al conjunto de zapatos y bolsa, el maquillaje deberá ser un elemento que haga armonía con el vestuario, de la misma manera en que el color de las uñas hace juego con el labial, etc.

Es importantísimo entonces, saber escoger el maquillaje adecuado, partiendo del conocimiento del color: armonías cálidas, armonías frías, neutras y los tonos que se puedan combinar.

Por ejemplo: con un vestido azul, nos fijamos en el esquema de colores que abarcan el azul hasta los degradados terminando en fuscia y los verdes turquesa. Toda esta armonía fría, será la escogida para maquillar. Lo mismo sucede si la vestimenta es de un color amarillo, ya que nos fijaremos en el amarillo y todas las tonalidades que podemos aplicar en función del color escogido armonizándolo.

Debemos tener en cuenta que la moda y el vestuario que se utiliza, afectan y alteran los cánones de la armonía, sobre todo en los últimos tiempos. En definitiva, la armonía se mueve, en muchos casos, al compás de la moda.

Atendiendo al efecto psicológico que los colores ejercen, existe la siguiente división:

1. Colores cálidos: son aquellos colores que excitan la sensibilidad y sus tonos son: verde, naranja, amarillos, café, terracota, dorado, beige, aceituna, bronce y marrón. El tono más representativo es el rojo.

2. Colores fríos: son colores que proporcionan sensación de calma y reposo. Los tonos son: fucsia, rosado, vino, tinto, beige, violetas, morados, lilas, celestes, azules y ciruelas. Su tono más característico es el azul.

3. Colores quebrados: son los llamados pastel, de los cuales el blanco forma una parte importante en su composición. Son colores concretos, de ahí su nombre; los auténticos quebrados son los complementarios.
Última modificación: jueves, 7 de junio de 2018, 07:40