REPRODUCCION EN LOS HAMSTERS DORADOS

Si ya tienes un hámster es probable que te haya encantado esta pequeña criatura y quieras hacer que tenga unas crías. Antes de comprar la pareja, debes conocer algunos pormenores sobre la relación tormentosa entre machos y hembras de esta especie.


Primero debes contar con todos los elementos necesarios, que incluyen cuatro jaulas con sus respectivos accesorios. Esto puede parecerte exagerado, pero los hámsters dorados son agresivos y la pareja no puede convivir. Apenas se han apareado debes separarlos en distintas jaulas para evitar que la hembra lo lastime o lo mate en una pelea. Las otras dos son para separar a las crías en dos grupos de machos y hembras, ya que a las 4 o 5 semanas ya son capaces de reproducirse. Como ves, es importante que ya tengas pensado desde antes que vas a hacer con los pequeños, pues la gestación dura solo 15-16 días y no es aconsejable que las crías convivan por mucho tiempo. Aunque sean hermanos lo más probable es que comiencen a pelearse. Recuerda que en la naturaleza los hámsters son animalitos solitarios que solo se reúnen para aparearse.


La edad mínima que debe tener el macho es de 14 semanas, y la hembra, 10 semanas. El celo es difícil de detectar en la hembra. Usualmente se puede ver un moco filante en su vagina, pero esto es hacia el final del celo y puede no estar ya receptiva. Como las hembras entran en celo cada 4 a 7 días durante 1 día, lo que puedes hacer es llevarla a la jaula del macho (nunca a la inversa) al anochecer cada día y observarlos atentamente. Si ella no está en celo, intentará morderlo, entonces los separas inmediatamente hasta el día siguiente. En el momento en que ella esté receptiva ocurrirá la cópula, y apenas termine debes separarlos cada cual a su jaula. Cuando traslades a la hembra hasta el macho, hazlo en un recipiente para evitar tocarla y dejarle tu olor, pues esto puede traer problemas a la pareja. Hay una excepción en cuanto a la agresividad; los hámsters dorados "siameses" (blancos con la nariz y patas oscuras) y los de color crema son mucho menos agresivos y pueden llegar a convivir en forma permanente. De todos modos te conviene supervisar el encuentro amoroso para que ella no lastime a su compañero.


Cuando la hembra está receptiva verás como la pareja se huele, se dan unos pequeños empujoncitos y corretean persiguiéndose por la jaula. Luego se paran sobre sus patas traseras, enfrentados, como si fueran a pelear, pero comienzan a lamerse y rascarse mutuamente. Después de varias repeticiones de este juego amoroso, la hembra se queda quieta, elevando su cola y ocurre el apareamiento, que dura solo unos segundos. Durante el día de celo esto se puede repetir varias veces, hasta que ella vuelva a mostrarse agresiva como siempre y termine el romance. Es conveniente que no haya comida en la jaula del macho durante el cortejo, así no se distraen ni pierden tiempo llenando sus abrazones.


La gestación de los bebés dura tan solo 16 días. Durante ese tiempo debes procurar no estresar a la madre en lo más mínimo. Solo acércate para cambiar el agua y la comida y para quitar la materia fecal del rincón que suele usar de baño. Limpia la jaula y los accesorios y cambia todo el substrato antes del apareamiento para que todo esté preparado para la dulce espera. También necesitará abundante material para fabricar su nido, que puede ser trozos de telas o papel, pero no algodón ni otras fibras donde puedan enredarse y lesionarse sus patitas. Ella escogerá lo más blando y suave para tapizar el interior de la casa. Lo más apropiado para el nido es una casita de madera maciza, sin pegamento que pueda tener emanaciones tóxicas. Es conveniente que el techo pueda retirarse por si necesitas ver o retirar algo sin molestar a la madre. Este material es el mejor para mantener a la camada seca y caliente. El plástico no absorbe la humedad que se genera por la respiración de los hámsters y el interior de la casa se moja, dando frío a los pequeños. Es muy importante que la madre se sienta tranquila y segura en este período; no debe haber gente extraña observándola ni ruidos o movimientos a los que no esté acostumbrada. Si tienes un perro o un gato procura que no se acerque a la jaula durante la preñez y la lactancia de las crías. Una hembra preñada asustada puede abortar los fetos, y una madre puede comerse a sus crías si piensa que hay algún peligro para ellas.


El canibalismo no es infrecuente en la cría de hámsters. Una de las causas es cuando la madre tiene menos de dos meses; ella está en plena etapa de crecimiento y no tiene capacidad suficiente para llevar adelante a las crías, amamantarlas y seguir creciendo, por lo tanto no es raro que se coma a sus cachorros como si fueran un buen plato de proteínas, así crecerá bien y estará fuerte para su próxima camada.


El parto ocurre a última hora de la tarde. La hembra se pone muy inquieta, entra y saca materiales del nido haciendo las últimas preparaciones. En total todos los cachorritos nacen en el transcurso de media hora, y la madre lame y limpia a cada uno de ellos y les corta el cordón umbilical antes de que nazca el siguiente. Con sus lamidos le quita todo el líquido amniótico de la cara para evitar que lo aspire y lo estimula para que comience a respirar. Luego se come los sacos amnióticos y la placenta, de modo que el nido queda perfectamente limpio cuando el alumbramiento termina. No intentes ayudarla ni toques el nido desde 2 días antes y hasta 10 días después del parto. Cualquier olor extraño puede hacer sentir a la madre que hay un peligro inminente para sus crías y las matará cuando nazcan.


Los pequeños nacen sin pelo, pero ya tienen bien formados sus incisivos, y comienzan a mamar apenas termina el parto. A los 5 días les empieza a crecer el pelo y la madre ya les lleva el primer alimento sólido, pero la lactancia continúa hasta los 21 días. A la semana ya tienen el cuerpo cubierto de un pelo cortito, pueden recorrer distancias de 15 cm y, aunque tienen los ojos cerrados, saben orientarse para regresar al nido. A los 11-13 días abren los ojos y ya pueden desplazarse por toda la jaula. A veces la madre los desteta temprano, a los 15-16 días. Esto no debe preocuparte, pues los bebés ya comen semillas y vegetales a esta edad. Solo asegúrate de darles una dieta rica en proteínas, como queso suave o gambas secas. Los platos de comida y agua deben ser bien bajos como para que ellos no tengan dificultades.


A partir de los 21 días debes estar atento, pues la madre puede empezar a echar a sus crías del nido a mordiscones. Si es así, sepáralos a otras jaulas. A los 25 días ya debes retirar a los pequeños de la jaula nido y llevarlos, separando a machos de hembras, a la que será su nueva morada. Recuerda que a los 30 días ya son sexualmente maduros y pueden engendrar, aunque todavía son demasiado jóvenes y necesitan seguir creciendo para llevar adelante una nueva camada con éxito.


Última modificación: jueves, 7 de junio de 2018, 07:40