PARTO

Unos días antes del parto, de 4 a 6, se procederá a la colocación de un nidal aprovisionado de paja, de modo que con estos elementos la coneja, arrancándose los pelos, prepara un nido cuya función es la de proteger a las crías del frío, al que son muy sensibles. El parto se produce generalmente por la noche o al amanecer. Las crías van saliendo una a una, la madre las libera de las envolturas fetales, que ingiere, las limpia y las envuelve en el nido. El parto de la camada completa dura entre 3 y 5 horas. Cada coneja puede dar a luz de 1 a 17 gazapos, variando este número según la raza, la edad, la fisiología, etc., pero la media es de 7-9. No interesa que el parto sea muy numeroso, dado que la hembra solo posee 8 pezones, siendo éste el número ideal de gazapos, para que tenga lugar un desarrollo uniforme de la camada. Cuando el parto es numeroso, se procede a repartir los gazapos en exceso a otras madres que acaben de parir y que tengan menor número de crías. La introducción de los nuevos animales se ha de efectuar de modo que la nueva receptora no lo perciba, ya que, de lo contrario, seguramente los rechazaría. Algunas hembras después del parto pueden presentar el fenómeno del canibalismo, que consiste en la acción de devorar las crías. No se sabe con certeza a qué responde este fenómeno. Para evitarlo se habrá de asegurar que a la hembra no le falte agua y que el alimento sea por completo equilibrado. Si este fenómeno se repite en un segundo parto, esa hembra tendrá que ser excluida de la reproducción.


Última modificación: jueves, 7 de junio de 2018, 07:40