ABSCESO

La aparición de cualquier clase de bulto o protuberancia ha de ser considerada como sospechosa. Es el absceso, además si realmente lo es, hay que aislar al animal hasta que aquél reviente y drene. Al llegar a este punto, hay que separar la piel y el pelo de los alrededores del absceso. El bulto debe ser lavado con un trapo limpio empapado en antiséptico, practicando una incisión en la parte inferior del absceso. Esta incisión ha de permitir que el pus del interior drene libremente, y en forma total, durante el tratamiento. El animal debe ser sujetado por una persona, mientras otra oprime suavemente el abceso hasta que éste haya sido vaciado completamente. El pus segregado debe quemarse lejos de la conejera para evitar que pueda volver a ser causa de infección si llegara a ponerse en contacto con un corte o arañazo. La herida ha de volverse a lavar con el paño empapado en antiséptico y tratada con tintura de yodo. La herida ha de continuar siendo examinada cada día o cada día alterno, aplicando un nuevo apósito. Una vez cicatrizada la herida, el pelo volverá a crecer normalmente.

Última modificación: jueves, 7 de junio de 2018, 07:40