RESFRIADO

El resfriado corriente puede llegar a ser una grave dificultad si no se trata prematuramente. Como ocurre con el hombre, no existe cura milagrosa. Todo lo que puede hacerse es procurar que el animal se encuentre lo más cómodo posible. Los conejos que sufren un resfriado, estornudan y sacuden sus cabezas intentando despejar sus conductos nasales. Se produce también una descarga de la nariz, y el conejo se frota la nariz con sus patas delanteras para tratar de hacer evacuar sus mucosidades. La piel, en la parte interior de sus patas delanteras, queda empapada de mucosidades, después de lo cual se producirá una muda y se volverá dura dicha piel. Los estornudos pueden también reconocerse como causa de la irritación producida por el polvo o el heno. Una vez superado el resfriado, el animal debe alojarse lejos de la conejera principal. Es preferible alojar el paciente en una jaula caliente y seca y que reciba aire seco, sin que existan corrientes. Hay que reducir la ración de comida en comprimidos y aumentar, en su lugar, la ración de comida en verde o vegetal. El uso de gotas nasales es inútil, porque el conejo las expulsa antes de que puedan hacer efecto alguno. Es mejor aplicar en el interior de los orificios de la nariz, con un pincel, una mezcla de aceite de eucaliptus y aceite alcanforado. Esto ayuda al conejo a respirar bien y al mismo tiempo permite que fluyan las mucosidades en lugar de secarse dentro de la nariz, obstruyéndola. La mezcla de aceites puede aplicarse también en las superficies interiores de la conejera así como a todas las partes que puedan entrar en contacto con los animales. Si el conejo enfermo es uno de los animales distinguidos de la granja, el criador no debe dejarlo de vista hasta que termine el resfriado. Puede tardar algún tiempo, pero el conejo sanará. Los animales que sufren un resfriado nunca deben tener contacto con los demás que están sanos, ni menos, desde luego, aparejarse mientras esté enfermo.

Última modificación: jueves, 7 de junio de 2018, 07:40