AGUA Y SISTEMAS DE SUMINISTRO

El conejo doméstico debe tener siempre a su alcance agua limpia y fresca en todo momento. Mientras el agua tenga estas condiciones, el tipo de recipiente utilizado depende de las preferencias personales del criador. Un conejo adulto de las razas de mayor tamaño bebe, como mínimo, unos 60 centímetros cúbicos de agua, o sea 1/15 de litro y a veces incluso más. Las razas pequeñas beben unos 40 centímetros cúbicos al día. Pero los conejos difieren mucho en cuanto a la cantidad de agua que beben al día. El agua ha de suministrarse fresca y los recipientes han de vaciarse y rellenarse diariamente, tanto si el agua se ha consumido como si no. El agua estancada es un caldo de cultivo para muchos organismos perjudiciales. Hay que asegurar constantemente agua suficiente a los conejos jóvenes y a las hembras lactantes. Con agua insuficiente la hembra tendrá dificultades para producir leche de buena calidad con que alimentar su pequeño. Pero incluso cuando el pequeño ha sido ya destetado siempre necesita beber agua. El criador tiene a su disposición muchas clases de recipientes para suministrar el agua. El más corriente es la botella alimentada por gravedad. Se trata de una botella de cristal o plástico con un tapón de corcho o de goma insertado en ella. La botella tiene en su parte superior una rosca con un tubo de metal o de vidrio. El extremo del tubo es redondo para inhibir el flujo de agua. Algunos modelos tienen un mecanismo con una bola que restringe el flujo de agua hasta que el animal bebe un poco del contenido. Cuando se invierte la botella, se origina un vacío y el agua no sale porque se lo impide el dispositivo del extremo del tubo. El conejo puede beber fácilmente por el extremo del tubo, sin ensuciar el interior de la conejera. Las botellas pueden adquirirse en tiendas especializadas. Esta es la forma más conveniente para el criador que sólo tiene un número limitado de conejos. Las botellas, sin embargo, no dejan de tener también sus incovenientes. A veces, los tubos metálicos son blandos y resultan agujereados por los dientes del conejo. Si la botella se cae, se rompe con facilidad. Si es de plástico puede reventar por la junta de moldeo. Si el tubo se pincha o es mordido, se destruye el vacío y se marcha el contenido. Algunos modelos son de acero inoxidable que impide a los conejos que lo mordisqueen. Si se acumula polvo o suciedad en el extremo del tubo se produce una acción capilar y el agua pasa a mojar el lecho del conejo, dejando sediento al conejo y con su lecho mojado. Este tipo de accidente puede evitarse colocando la botella en posición elevada en la puerta de la conejera. La botella se sostiene en este lugar con una cinta elástica que tiene dos ganchos, quedando, por tanto, fuera de la jaula. El tubo se pasa a través de los huecos del alambre de forma que el conejo llegue a la boquilla. El anticuado cuenco de agua todavía es usado por muchos criadores. No resulta fácil, sin embargo, convencer al conejo de que el agua es para beber y no para vaciarla toda sobre el piso de la conejera. Pueden usarse cuencos más pesados, aunque también estos son ensuciados por el conejo que llena pronto el cuenco con polvo y serrín o lo que tenga más próximo.

Última modificación: jueves, 7 de junio de 2018, 07:40