1- Riqueza

El dinero contribuye a la felicidad hasta cierto punto, pero cuando uno cuenta con casa, vestido y sustento va perdiendo importancia. Los científicos han observado que, en general, la gente más rica es más feliz; sin embargo, la relación entre dinero y felicidad es compleja. En los últimos 50 años, el ingreso promedio aumentó mucho en los países industrializados, no así los niveles de felicidad. Al parecer, una vez satisfechas las necesidades básicas, él dinero proporciona más dicha sólo si uno tiene más que los amigos, los vecinos y los colegas.

"El dinero compra estatus, y éste hace que la gente se sienta mejor", dice Andrew Oswald, economista de la Universidad de Warwick, en Coventry, Inglaterra. Esto explica por qué algunas personas que buscan estatus en otra forma (científicos y actores, por ejemplo) aceptan de buena gana empleos no muy bien pagados.


La felicidad y la ambición

Última modificación: jueves, 7 de junio de 2018, 07:40