El rumor es cierto: la gente bella es más feliz. Cuando de Diener pidió a unas personas que evaluaran su propio aspecto físico, observó un "efecto leve pero positivo del atractivo físico en el bienestar subjetivo".

La explicación quizá sea que la vida es más benévola con los guapos. O tal vez se trate de algo más sutil. Los rostros más atractivos son muy siméticos, y hay pruebas de que la simetría es señal de buenos genes y un sistema inmunitario saludable. Entonces, la gente hermosa quizá sea más feliz porque es más sana.

Usted puede aprovechar el efecto benéfico que la belleza le da a su ego aunque no tenga un físico enviadiable; sólo tiene que estar convencido de que luce de maravilla.


La felicidad y la amistad


Última modificación: jueves, 7 de junio de 2018, 07:40