La vejez quizá no sea tan mala. "Con todos los problemas que acarrea el envejecimiento, ¿cómo es posible que la gente mayor se sienta feliz?", pregunta Laura Carstensen, profesora de psicología de la Universidad Stanford, en California.

En un estudio, la psicóloga les dio radiolocalizadores a 184 personas de entre 19 y 94 años, y se comunicó con ellas cinco veces al día durante una semana; en cada ocasión les pidió que llenaran un cuestionario sobre sus emociones. Los mayores informaron de emociones positivas casi tanto como los jóvenes, pero menos emociones negativas.

¿Por qué los viejos son más felices?. Algunos científicos creen que es porque esperan que la vida sea más dura y aprenden a sobrellevarla, o porque son más realistas y sólo se trazan metas que están a su alcance. Pero Carstensen cree que, conforme se le va agotando el tiempo, la gente mayor aprende a concentrarse en lo que la hace feliz y a soslayar lo que no.

"No sólo se dan cuenta de lo que tienen, sino de que no es eterno", dice. "Cuando se tienen 85 años, por ejemplo, despedir con un beso al esposo puede generar una respuesta emocional mucho más compleja que el mismo beso a los 20 años".


Última modificación: jueves, 7 de junio de 2018, 07:40