La pubertad —que inicia con cambios físicos determinados biológicamente— anuncia la adolescencia, que abarca procesos de tipo psicológico y social que han cambiado según las diferentes épocas y culturas.
Al parecer, la manera de ser y actuar de la juventud no ha cambiado mucho a lo largo de la historia. Aristóteles describe en el capítulo 12 del libro 2° de La Retórica las dificultades de la juventud , y sus palabras parecen referirse a los jóvenes actuales: aunque fue escrito en el año 330 antes de nuestra era, podemos ver que no han cambiado mucho las cosas en 2600 años.
Con la descripción aristotélica de la juventud nos adentramos en el tema de la adolescencia: esa etapa del crecimiento con la que comienza una forma superior de pensamiento, la atracción por el otro sexo, el establecimiento de las relaciones sexuales, la capacidad de reproducción, la inserción en la vida adulta, tanto en el campo laboral y productivo, como a la madurez emocional y la vida autónoma.

Pero hay diferencias culturales y sociales muy importantes. En nuestra sociedad la adolescencia dura más tiempo que en épocas pasadas, cuando el niño —llegada la pubertad— colaboraba en las faenas agrícolas y pasaba directamente al campo laboral, ya sea en el negocio familiar o entrando como aprendiz en algún taller o fábrica; en breve tiempo se comprometía, formaba una familia y adquiría responsabilidades. Tal vez esto era así porque la esperanza de vida era muy corta.

Ahora existe la posibilidad de dar al sujeto más tiempo de preparación y maduración, además de factores socioeconómicos.

http://sepiensa.org.mx/contenidos/2005/f_micro_adoles/f_adolesc/ado_1.htm
Última modificación: jueves, 7 de junio de 2018, 07:40