Prepararse para la lectura

Lo fundamental a la hora de enfrentarse con el Tarot es adoptar una actitud de receptividad, en la que no quepan ni el escepticismo ni la superstición. Porque es básico para conseguir que el Tarot "hable", y que la persona que lo maneje le respete y no lo considere como un pasatiempo más o menos interesante.

El Tarot es algo muy serio, que procede del pasado más remoto de la Humanidad y que llega a nuestra Era Atómica cargado con todo el simbolismo de unos tiempos en que con el nacer de la magia surgieron las ciencias como una consecuencia.

Los métodos para la lectura del Tarot son numerosos y algunos muy complicados. El método francés, el italiano, el gitano, el de Josephin Péladan, bastante conocido, el gemántico de Marteau, etc.

Las cartas se guardan en una tela negra, preferiblemente de seda, que, según la creencia, las protegerá de vibraciones negativas y positivas. Muchos lectores no dejan que nadie toque sus cartas, porque se supone que poseen su aura personal.

Muchos lectores giran un tercio de la baraja al revés para invertirlas antes de barajar. La mayoría barajan ellos mismos y piden al consultante que corte. Esa operación debe hacerse con la mano izquierda, antiguamente considerada la mano gobernada por el diablo y la mente física o consciente. Posteriormente ha simbolizado lo espiritual y subconsciente.
Última modificación: jueves, 7 de junio de 2018, 07:40