LA EDAD MEDIA

En los comienzos de la Edad Media los astrólogos se enfrentaron al problema de si clasificar a la astrología como ciencia legítima o como un arte adivinatorio prohibido.

John de Salisbury (1115-1180) decidió que, por sus amplias pretensiones proféticas y su aparente negación del libre albedrío, la astrología usurpaba las prerrogativas de las propias estrellas del Creador. Se debe a San Alberto Magno (1200-1280) la separación de la astrología de sus asociaciones paganas.

Alberto fue el primero en comprender el valor teológico de la ciencia y la filosofía griega y árabe. Su gran logro fue hacer accesible este conocimiento a la civilización occidental, sobre todo las enseñanzas de Aristóteles que creía que los acontecimientos terrenales estaban gobernados por las esferas celestes.

Alberto Magno llegó a la conclusión de que aunque las estrellas no puedan influir sobre el alma humana si ejercen influencia sobre el cuerpo y la voluntad humana.

Santo Tomás de Aquino (1225-1274) quizás uno de los más grandes teólogos cristianos concretó aún más las ideas de Alberto Magno. La astrología - excluía los elementos de nigromancia - podría ser aceptada como objeto digno de estudio y además podría considerarse complemento de la visión que del Universo tiene la Iglesia.

La respetabilidad académica que gozó entonces la astrología se refleja en las nuevas universidades europeas, dónde los estudios astrológicos formaban parte del plan de estudios. La universidad de Bolonia, dónde estudiaron Dante y Petrarca, tuvo una cátedra de astrología desde 1.125. El título de astrólogo era tan importante como cualquier otro y el astrólogo era mirado con el mayor respeto.

Sin embargo a medida que transcurría la Edad Media hubo una creciente tendencia entre los astrólogos a llevar las cosas demasiado lejos. Guido Bonatti, seguramente el astrólogo más conocido del siglo XIII, que escribió un popular libro de texto, estuvo al servicio del Conde Guido de Montefeltro. Al iniciarse las campañas militares del conde, ordenaba por indicación de las estrellas, tocar la campana para que sus soldados se pusieran su armadura, de nuevo para que montaran a caballo y una tercera vez para que partieran al galope. Dante en su INFIERNO, condenó a Bonatti y a Miguel Scott a la picota.

En 1327, el profesor de astrología de Bolonia Cecco de Ascoli fue quemado en la hoguera, suministrando a la astrología uno de sus pocos mártires, aunque ello fue debido a sus ideas heréticas, no a su profesión. Al llegar al Renacimiento descendió algo la popularidad de la astrología, siendo los propios Papas quienes la protegieron.

Última modificación: jueves, 7 de junio de 2018, 07:40