Tai Chi: movimientos que piden atención

El Tai Chi es un arte marcial que puede ser utilizado para lograr diferentes objetivos: médicos, físicos y filosóficos son algunos de ellos, los que además al conjugarse con sus movimientos sutiles, pide a sus practicantes que se concentren, tengan paciencia y conciencia de cada ejercicio, es decir, que se detengan para poder contemplar (se) y generar desde ahí, una recuperación.


Un arte complementario, medicina en movimiento o un estilo de vida. Éstas son algunas de las denominaciones que se le entregan al Tai Chi, arte marcial – también llamado interno – que mediante sus ejercicios lentos, sutiles y siempre conscientes, ha podido ser adoptado por muchas personas, pues se trata de una disciplina a la que pueden llegar todos, sin importar por ejemplo, su condición física.

Inscrito dentro del taoísmo, el Tai (acción) Chi (energía vital) incluye técnicas como la meditación las que en conjunto con el desarrollo corporal, forman una muy buena alternativa para quienes busquen ‘parar’ por un momento y encontrarse con su centro y con la energía vital que da vida al ser humano.


El profesor de Tai Chi, Sergio Huneeus Martínez menciona que “el elemento primordial es la energía vital que está en la naturaleza y que permite que la vida surja. El cuerpo no la produce por sí solo, sino que es la propia vida la que le permite ser”, describe.

Entonces, según Huneeus, el Tai Chi consiste en tomar el chi de la naturaleza y hacerlo circular para que crezca. “Eso logra una coordinación alquímica con el Ching (composición orgánica), lo que influye directamente sobre nosotros. Es inyectar más energía a nuestra constitución”, explica.

En su forma clásica, el Tai Chi posee 108 posturas diferentes, las que al ser realizadas en forma secuencial, logran una infinidad de movimientos. “Son secuencias que están permanentemente desenvolviéndose”, indica el profesor Sergio Huneeus.


El Qigong como tratamiento

Por otro lado, el profesor de artes tradicionales chinas del Centro de Artes Complementarias para la Salud, Arte Paz, Juan Carlos Ramírez López, comenta que a pesar de que el Tai Chi utiliza movimientos suaves y continuos, sí son capaces de imponerse, tal como su denominación de arte marcial. “La continuidad, la sutileza y la armonía pueden vencer a toda acción imponente. De ahí, nace el Tai Chi”, sentencia.


Para Sergio Huneeus, el hecho de que el trabajo sea pausado, “exige que el movimiento sea mucho más preciso, lo que produce un efecto más perfecto en el desarrollo del ejercicio. Trabajar lento te exige perfeccionamiento”, sentencia.

En esta misma línea, el instructor afirma que trabajar en forma pausada también es beneficioso desde el punto de vista “de entender los pasos, porque cuando te mueves lento, estás en el proceso y no en el fin. Cuando se trabaja en el Tai Chi estás conscientemente llegando hacia el objetivo”, explica.

De esta explicación podemos desprender que en el Tai Chi hay un ciclo que compone un principio y un fin, donde la persona debe ser capaz de sobrepasarlo en forma consciente para lograr que la energía pueda ingresar por su cuerpo.

Al respecto, Huneeus dice que “es la mente la que mueve y dirige el chi, éste se absorbe en el cuerpo para luego lograr que se mueva. Entonces, para conseguir una práctica eficiente, se debe tener la sensación de que es la energía la que está moviendo al cuerpo. Es la conciencia puesta en el chi, la que logra que uno llegue a una meta”, menciona.

Por su parte, Juan Carlos Ramírez afirma que en el desarrollo de la disciplina se invita a la persona a “no hacer”, o sea, a detenerse y sentir. “Cuando la persona ingresa al lugar de práctica, tiene que tener conciencia de que ese momento le pertenece y por lo tanto ningún otro pensamiento tiene que ser diferente al de sentir”, advierte.

Tai Chi que cura y previene

Detenerse luego de estar inmerso en el constante movimiento que implica la vida cotidiana, hace para algunos, un poco difícil el inicio en la práctica del Tai Chi. No obstante, atreverse a realizar estos ejercicios sin duda traerá múltiples beneficios tanto para el cuerpo como para la mente y el espíritu.


Al respecto, el profesor de Arte Paz comenta que aprender a tener conciencia de los movimientos implica una futura adecuación de la persona a la rutina de ejercicios, los que posteriormente podrán verse reflejados en los resultados. “Está científicamente comprobado que (el Tai Chi) ayuda a enfermedades como la osteoporosis, a lograr un equilibrio en el sistema nervioso central y una mejor oxigenación, va directamente relacionado a liberar el estrés y muchas otras condiciones positivas”, manifiesta.

Siguiendo con los beneficios terapéuticos de la disciplina, y específicamente con la ayuda que entrega a los pacientes con osteoporosis, el profesor Sergio Huneeus dice que “cualquier médico occidental recomendará a estas personas hacer deporte, que muevan el cuerpo, que caminen mucho. El Tai Chi, como es un ejercicio, sin duda que es beneficioso, pero además tiene un agregado que tiene que ver con la conciencia de la energía y la que se debe tener del propio esqueleto”, explica.

Además agrega que mediante algunos movimientos específicos, es posible llevar la energía hacia los huesos, “mentalmente llevas y almacenas el Chi, lo que permite tener solidez en esa parte del cuerpo” y evitar así caídas y posibles fracturas.

Otro de los beneficios del Tai Chi que destaca Huneeus es su carácter preventivo, el que proviene del Wei Qi – Chi externo o energía protectora – y que según sus palabras, tiene que ver con el sistema inmunológico, pues fortalece y da la sensación de protección externa. Para el profesor, esto implicaría la ayuda en temas como la prevención de los resfríos, “es como tener un aura, un colchón de aire a tu alrededor”, ejemplifica.

http://www.puntovital.cl/vida/sana/cuerpo/mente/taichi.htm
Última modificación: jueves, 7 de junio de 2018, 07:39