APRENDIENDO A HACER UN MASAJE

Para la gran mayoría, la rigidez y el dolor son una forma de vida a la que
poco a poco nos vamos habituando, y que con frecuencia no nos damos
cuenta de que nuestros músculos están tensos hasta el momento en que damos o recibimos un mensaje. Pero aparte de esta situación "física" podemos hablar de otras "mentales", es decir, los efectos del masaje no son únicamente mecánicos, por definirlos de algún modo, sino que estos también pueden incidir sobre la mente. ¿Quién no encuentra una sensación agradable y de bienestar general, de relajación, cuando se le está aplicando un masaje?.

El masaje es una operación que consiste en presionar, frotar o golpear rítmicamente con intensidad adecuada determinadas regiones del cuerpo, principalmente las masas musculares, con fines terapéuticos, deportivos, estéticos o de bienestar general.

Generalizando podemos diferenciar 2 tipos de masajes:

• Masaje terapéutico: tiene por objetivo ofrecer resultados médicos y/o fisioterapéuticos, que afectan fundamentalmente a lesiones más o menos graves en grupos musculares, articulaciones o sistema circulatorio.

• Masaje sensitivo: sus objetivos son proporcionar bienestar y distensión. Se convierte también en un importante medio de relajación.

Así, pues, a falta de un conocimiento exhaustivo tanto de anatomía como de las técnicas propias del masaje, nosotros nos vamos a limitar a introducirnos en el masaje como elemento relajante (psíquico y/o muscular), en el que las manipulaciones (movimientos y técnicas con las manos utilizados en el masaje) no son agresivas y, por tanto, inofensivas.

Otra advertencia antes de introducirnos en la práctica debe ser el que NO SIEMPRE UN MASAJE ESTÁ INDICADO. Hay ocasiones en las que éste no debe realizarse. Estas son:

• Fiebre o enfermedad
• Erupciones cutáneas o contusiones
• Articulaciones inflamadas
• Varices
• Flebitis/Trombosis


Última modificación: jueves, 7 de junio de 2018, 07:40