DORMIR

Ahora hablaremos de uno de los datos básicos e interesantes… DORMIR.

El acto de dormir es un estado de reposo uniforme de un organismo.

Una tercera parte de nuestra existencia transcurre mientras dormimos. Una persona que viva por ejemplo 90 años, ha estado treinta de ellos durmiendo. Es mucho tiempo pues, como para no presentar atención a lo que sucede mientras dormimos y soñamos.

Que dormir es necesario todos lo sabemos. A quien no le ha ocurrido, que después de una noche de insomnio, se ha levantado al día siguiente completamente extenuado física y anímicamente.

Casi todas las corrientes filosóficas ocultistas afirman que nuestro espíritu viaja mientras dormimos a esa otra dimensión tan cercana y a la vez tan desconocida que es el mundo astral. Muestra alma quedaría unida al cuerpo físico por el llamado “cordón de plata” representado por una especie de duplicado del cordón umbilical, pero compuesto de materia energética y que solo se rompería definitivamente en el momento de nuestra muerte.

Normalmente dormimos unas 8 horas diarias, esto quiere decir que pasamos durmiendo una tercera parte de nuestra vida… así es que cuando tengas 60 años habrás perdido unos 20 sin hacer nada… increíble, o no?

Aunque parezca una paradoja, ese tiempo perdido es imprescindible para recuperarnos del desgaste producido.

Hay que distinguir 3 términos altamente relacionados: consciente, inconsciente y subconsciente.

El primero se refiere a lo que ahora tenemos en la mente. Lo que tenemos olvidado “fuera” de la mente, corresponde al inconsciente y lo que tenemos en mente pero podemos acceder a ello con facilidad es el subconsciente.

Todo lo que hacemos, pensamos y sentimos se va almacenando en un lugar concreto de la conciencias, (está comprobado mediante la hipnosis que no olvidamos absolutamente nada).

Dormir implica estar en un estado de reposo en el cual queda totalmente suspendida cualquier actividad consciente y todo movimiento voluntario.

El dormir, el descanso, resulta ser indispensable para mejorar la calidad de vida de los seres humanos, ya que permanecer sin descanso durante varias horas seguidas es perjudicial, por ejemplo, para la atención que podamos prestarle a las cosas; obviamente, la misma será mucho menor si nos encontramos sin descanso pertinente. Lo ideal, para los seres humanos es dormir 8 horas diarias para recuperar energías y así poder comenzar un siguiente día con actividad variada.

En el ámbito de la medicina, la palabra dormir es empleada para designar que alguna región del cuerpo fue anestesiada.

Y también la palabra dormir se suele emplear como sinónimo de descuido.

Última modificación: jueves, 7 de junio de 2018, 07:40