El principio del karma tiene mucho en común con las reglas del yoga. Todos vivimos en el seno de una familia en particular, en un lugar físico y con un cuerpo y un espíritu particulares, y debemos aprender a aprovecharlos al máximo. Nuestra forma de pensar, actuar o evitar hacer ciertas cosas determina nuestra existencia, también nuestro entorno. Karma es la relación o la ley de causa y efecto. Todo lo que hagas en esta vida, te vendrá de igual forma.
La fisiología del yoga refleja los principios básicos de la anatomía humana. Así como en anatomía la columna es el centro del sistema nervioso, para el yoga es allí donde se halla el cordón de energía del cuerpo sutil. A lo largo de la columna se encuentran siete centros de energía, o chakras (ruedas de fuerza vital en sánscrito), unidos por la energía de este cordón, que a su vez está enroscado a la columna y se conoce como Kundalini. Posteriormente amplio la información de este apartado, referente a los chakras.
En Hatha yoga, la conciencia de la columna y las técnicas de respiración liberan el flujo de energía que equilibra los procesos de purificación y de curación. Los niños tienen una inagotable fuente de energía, pero a menudo esta energía se dispersa. La práctica del yoga pone riendas a esta energía para que se manifieste de forma positiva y saludable.
La física afirma que todas las cosas tienen su propia vibración energética. La luz tiene el poder de estimular la energía. El color es creado a partir de la luz. La filosofía del yoga sostiene que los colores estimulan la energía de los chakras.
A nivel físico, la práctica del yoga ejerce un masaje en los órganos vitales del cuerpo y fortalece y tonifica los músculos, re-oxigenando la sangre. A nivel psicológico, el yoga ayuda a liberar la tensión y nervios dentro del cuerpo-mente. A nivel físico, es a través de la práctica de respiración y de las posturas que el niño experimenta un óptimo fluir de la energía que sustenta y reestablece el estado natural de equilibrio. En esencia, la práctica del yoga libera el espíritu e ilumina la mente, se esfuerza por llevar al niño a un estado de alegría y calma interior, mientras va creciendo, aumenta la confianza, equilibrio, la paciencia..
• La mejor manera de practicar es con los pies descalzos, sobre una colchoneta de yoga (antideslizante), con ropa suelta y cómoda.
• Siempre hay que escuchar lo que nos dice el cuerpo. Antes de cada postura (asana), cerrar los ojos y considerar como uno se siente
• Durante la práctica hay que respirar inspirando y espirando por la nariz. La nariz tiene un sistema de filtrado natural; la garganta, en cambio, permite que penetren bacterias al organismo.
• Inspirar cuando el cuerpo se abra y se mueva hacia fuera, espirar cuando se cierre y se mueva hacia dentro.
• Descansar por un momento entre asana y asana.
• Intentar que no haya tensión en ninguna parte del cuerpo.

El papel del profesor...

En el yoga infantil, la diversión debe ser la prioridad. Uno de los requisitos para ello es que, en el papel de monitor, se muestre entusiasmo y positivismo, intentar “contagiar”, este estado a los niños. Centrarse en aquellas cosas que hagan bien, porque así les inculcaremos una actitud optimista. Para conseguirlo, no tenemos que dejar de indagar en las razones del comportamiento de los niños. Si algunos se niegan a participar en un ejercicio en particular, no les fuerces. Los pequeños deben ser aceptados tal como son, aunque no se atrevan o no quieran hacer algunas actividades.
Muchos de los ejercicios incitan a la experimentación. Animar a los pequeños a expresarse. Es posible descubrir alternativas en las que jamás habríamos pensado.
El secreto para que esto funcione está en la empatía, paciencia, perseverancia y, especialmente, del trabajo que deben hacer juntos los padres y el profesor de yoga del niño.
Es importante ofrecer a los niños en cada clase de yoga, claridad y estructura sólida, porque ellos siempre prefieren saber con anterioridad lo que harán.
Los pequeños como los adultos deben seguir unas pautas:
1. Comer mínimo noventa minutos antes.
2. Llevar ropa amplia y cómoda en la medida de lo posible; si se trata de vestimenta escolar, aflojar los cinturones.
3. nunca forzar una posición que pudiera provocar malestar; el objetivo es sentirse bien.
Los niños no deben mantener las posturas durante períodos prolongados, porque sus cuerpos son frágiles y están en pleno crecimiento, podrían sufrir algún tipo de lesión.
Cada uno de los alumnos puede descubrir sus propios límites comprobando si un determinado ejercicio continúa pareciéndole agradable. El niño es que quien decide si continúa en una determinada postura o no.
Se puede practicar yoga en cualquier momento del día, la práctica por la mañana genera energía para comenzar el día, ayuda a los niños durante el horario escolar a concentrarse mejor en las lecciones. Y hacer yoga antes de dormir favorece la relajación y prepara a los pequeños para una serie de sueños placenteros.
Las clases de yoga deben hacerse en un ambiente limpio, ventilado, y silencioso para lograr el máximo rendimiento posible.

El control de la respiración...

La respiración es una parte de las partes más importantes, el inspirar y expirar por la nariz es esencial para que el niño llegue a obtener el equilibrio necesario para comenzar con la práctica de las posturas.
Si los niños aprenden a controlar su respiración, ejercerán un positivo impacto sobre su salud. Los ejercicios de respiración ayudan a canalizar la energía y a reducir el estrés y la tensión.
Tenemos que ayudar a los niños a tomar conciencia de su respiración, con ejercicios sencillos incluso de visualización, aprenderán a relajarse y a reconocer la fuerza de su respiración.

Concentración y meditación...

“SOLO CUANDO LAS AGITADAS AGUAS DEL ESTANQUE SE AQUIETAN ES POSIBLE VER EL REFLEJO COMPLETO DE LA LUNA.”
“Tu auténtica naturaleza no consiste en nada que ya no sepas, ni tampoco en algo que no poseas. Simplemente, se trata de algo que en el proceso natural de la existencia, del vivir día a día, has olvidado. Algo que en lo más profundo e íntimo de ti mismo ya conoces:
LA AUTÉNTICA NATURALEZA DEL SER HUMANO ES ESPIRITUAL”.
Los principios del yoga, aplicados en la práctica de la meditación y la concentración, ayudan a los niños a mantenerse centrados. Además, la ejercitación regular les permite controlar sus pensamientos y aprender a decidir por sí mismos si desean pensar en algo en un determinado momento o bien con posterioridad.
Puesto que los pequeños saben perfectamente qué les distrae, deberíamos estimularles a especificar lo que les desconcentra, ya que de esta manera tomarán más conciencia de sus sentidos y los controlarán mejor. Si oyen un sonido fuera, los niños saben que están utilizando el sentido del oído, y si sienten la tentación de mirar algo saben que, en este caso, lo que están aplicando es la vista.
Por supuesto que podemos comenzar por centrar su atención en actividades cotidianas. Durante las comidas, por ejemplo, podemos incitarles a concentrarse en masticar y saborear, o en otras ocasiones en leer o ver la televisión
Adoptar una buena postura resulta de suma importancia para la meditación. Los niños deben intentar sentarse con la espalda recta y. andar erguidos, ya que de esta forma percibirán una sensación de control sobre su cuerpo y podrán respirar más profundamente..
Empezar meditando durante un período de entre uno y cinco minutos.
Instrucciones: sentados erguidos y con las piernas cruzadas. Apoyar los brazos sobre las rodillas y con las manos formar un circulo con los pulgares, la palma de la mano izquierda descansa sobre la derecha. Cerrar los ojos y respirar tranquilamente, escuchar a los sonidos que surgen a vuestro alrededor..distanciarse de ellos sin forzar y empezar a contar del uno al diez (contar las respiraciones). Cada vez que un pensamiento inunde la mente...parar de contar y empezar de nuevo.

Meditarcaminando

Una simple forma de aplicar la acción consciente a la vida cotidiana consiste en concentrarse en la experiencia de caminar.
Instrucciones: caminar lentamente por la sala con la atención centrada en los pies. Tomar conciencia de cómo se colocan al andar con los pies descalzos (o con calcetines si hace frío), en la sensación que produce su contacto con el suelo. ¿Cómo se desplaza el peso del cuerpo?, ¿De qué forma vuelve a despegarse del suelo? Centrar la atención en el acto de caminar y observad cada paso y la sensación que produce.
Última modificación: jueves, 7 de junio de 2018, 07:39