Los palos - Los putters

El palo más personal de todo el equipo de un golfista es el putter. Unos días parecerá que es su mejor amigo y otros su peor enemigo. Esto es porque, más que con las maderas, los hierros, o las bolas, escoger un putter depende de un concepto bastante abstracto: la sensación.

Patear es un golpe de toque y sutileza. Requiere mucha concentración.
Para escoger un putter, es importante probar los distintos modelos para ver con cuál se siente mejor. Debe tener una longitud y un peso cómodos, y el grip se debe ajustar bien a las manos del jugador. Cuando golpea la pelota, debe fijarse en la forma en que la pelota sale de la cara del palo. Debemos buscar un rodar consistente.

Los tipos de putters.- En función de la forma de la cara podemos encontrar los putters tradicionales de pala, los de peso perimetral y los mallet (mazo).
En función de la posición de la varilla respecto a la cabeza podemos distinguir dos tipos de putts: los de talón y los de centro de la cara. Escoger uno u otro depende de las preferencias personales y de cómo haga su golpe. Si mueve el palo atrás y adelante siempre por la línea de putt puede venirse mejor un putt con la varilla centrada. Los modelos con la varilla en el talón se ajustan más a quienes hacen una curva o rotación en sus golpes, lo que se denomina "de dentro, al golpe y a dentro".

El putt escoba.- El putt escoba es el que tiene una varilla más larga de forma que el jugador lo sujeta con una mano contra su pecho mientras con la otra realiza el golpe. Como en el resto de los casos su elección depende de las preferencias personales y puede ser una solución probarlo si no nos sentimos cómodos con ninguno de los putters anteriores.
Última modificación: jueves, 7 de junio de 2018, 07:39