Distintos ejercicios y estrategias permiten desarrollar la capacidad de los niños para realizar una lectura comprensiva:

¿Se puede resolver un problema de matemáticas o física si no se es capaz de comprender su enunciado? La comprensión lectora es quizás una de las habilidades que más infiere en el correcto proceso de aprendizaje de los niños y jóvenes, ya que poseerla es vital para el desarrollo de todas las áreas y materias de conocimiento en las distintas etapas educativas.

*** Uno de los principales objetivos educativos marcado por la Unión Europea dentro de la Estrategia de Lisboa 2010 para mejorar la calidad y eficacia de los sistemas de educación se centra en reducir, al menos un 20%, el porcentaje de jóvenes europeos mayores de 15 años con dificultades de comprensión lectora. Las evaluaciones educativas evidencian un descenso generalizado en todos los países de los niveles de comprensión lectora.

Sin embargo, lejos de mejorar, en los últimos años el nivel de comprensión lectora ha experimentado un importante descenso: mientras que en el año 2000 un 21,3% de los estudiantes de la Unión Europea carecía de esta habilidad, en el 2006 este problema afectaba a casi un 3% más de la población de esta edad, una cifra que se eleva al 25,7% si atendemos a los resultados de los estudiantes de España. Cierto es que, aunque todas las evaluaciones educativas llevadas a cabo en los últimos años, como PISA (Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes) o PIRLS (Estudio Internacional del Progreso en Comprensión Lectora), evidencian un descenso generalizado en todos los países de los niveles de comprensión lectora de sus estudiantes, los datos de los alumnos españoles se sitúan casi siempre por debajo de la media de los países desarrollados.

Esto no significa que los jóvenes de nuestro país tengan problemas para leer, entendida esta acción en su definición más simple, tal como recoge el Diccionario de la Real Academia Española: pasar la vista por lo escrito o impreso comprendiendo la significación de los caracteres empleados. El problema radica en la capacidad de comprender lo que se lee, una habilidad que implica, además de la comprensión de la significación de las palabras que se incluyen en un texto, la comprensión de este texto como un todo global, de modo que el lector sea capaz tanto de obtener información y elaborar una interpretación de ésta, como de reflexionar sobre su contenido.



Última modificación: jueves, 7 de junio de 2018, 07:39