3 PRODUCCION DE TOMATE BAJO CUBIERTA
3.1 Proceso de Producción. Etapas
El tomate en invernadero es un cultivo que principalmente se trabaja durante los meses de primavera y otoño, debido fundamentalmente a los requisitos climáticos del mismo y para aprovechar también la época del año durante la cual el precio, por escases de oferta, es muy superior a períodos de cosecha tradicionales.
A continuación se explicitan las etapas o pasos para la producción del cultivo que, bien llevado y controlando minuciosamente las características necesarias para el mismo, se asegurará una cosecha de calidad y sin mermas, los cuales son los objetivos que pretende cualquier productor.

PREPARACIÓN DEL SUELO Y ABONADO
El Abonado se debe realizar siempre en función:
*Del tipo de tierra: de su textura, de su estructura y de la riqueza de la misma.
*De la composición del agua que se utilizará en la fertirrigación.
Las aportaciones a inicio de la campaña, no deben sobrepasar los 8 Kg/m2, siendo siempre más adecuado el estiércol bien compostado, aunque admita incluso, los estiércoles frescos.
En cuanto a la preparación del suelo, es muy importante una labor profunda de 40-50 cm a base de reja y un acondicionamiento superficial sin llegar a desmenuzar demasiado, con grada y molón. Para evitar suelas impermeables y falta de drenaje, es preferible que las labores se efectúen con terreno seco en profundidad.
Si no es posible realizar la labor profunda adecuadamente, por exceso de humedad en el suelo, es mejor no hacerlo y dejar el suelo con la labor profunda de final de verano.

DENSIDAD DE PLANTACIÓN
Con respecto a este tema, la discusión es larga y parece no llegar a ningún punto en común. Sin embargo, recientes estudios han confirmado a través de extensas pruebas experimentales que la distribución más productiva es la de colocar las plantas a 50 cm. una de otra, lo que resultaría en una densidad aconsejada de 2 plantas/m2 para tomate redondo. Esta distancia de planta a planta tendrá como conclusiones una planta fuerte sin obstruirle el sol a la vecina y por ende su fruto será de un fuerte color rojo y de gran calidad.
La distribución de las líneas quedará libre conservando la densidad, pero de todas formas se recomiendan pasillos holgados, en ningún caso inferiores a 1,50 m, para facilitar la recogida y garantizar la correcta iluminación del cultivo.

ACOLCHADO
Es un proceso mediante el cual se busca la desinfección continua del suelo en forma natural. Consta en la colocación de un film plástico preferentemente negro de poco espesor perforado según su marco de plantación. El acolchado cubrirá únicamente la línea de cultivo.
El principal objetivo perseguido es ayudar a mantener los nutrientes en la planta y evaporar todo tipo de malezas que pueda tener el suelo o pueda llegar a afectar la planta. De la misma forma, al ser de color negro, el mismo ayuda a mantener por más tiempo el calor, tan necesario en épocas de frío.

EPOCA DE PLANTACIÓN
El momento de plantación vendrá condicionado por la posibilidad de obtener las condiciones climáticas adecuadas para la correcta evolución del cultivo en sus diferentes fases de crecimiento vegetativo, floración, cuajado y maduración.
Es decir, será distinta en función de la zona geográfica, del tipo de estructura y cubierta con la que se cuente y según las dotaciones que tenga el propio invernadero: doble cámara, pantalla térmica, calefacción salva heladas, calefacción para desarrollo del cultivo, etc.
En el presente caso, dadas las características del invernadero en estudio y clima de la zona, se analizarán dos campañas al año. Una comenzará con la plantación en Marzo, para estar cosechando 90 días después, en Junio; y la otra plantación se hará en Agosto, luego del invierno, para aprovechar la escases de tomate y por ende los altos precios de Noviembre.

PLANTACIÓN
Se debe partir de planta sana, proporcionalmente desarrollada, de semillero de la zona, de bandeja de 70 alvéolos para tomate primavera y de 104 para tomate de otoño, con 3-4 hojas verdaderas e inducida a flor en ambiente propicio de temperatura.
Previo a la plantación, el taco se saturará de agua. Se enterrarán solamente, dos tercios del mismo.

RIEGO DE PLANTACIÓN
Antes de la plantación y después del laboreo se dará un riego fuerte para humedecer hasta 50-60 cm. de profundidad.
En plantación, se dará un riego por goteo en función del caudal y distancia entre goteros y otro por aspersión para asegurarse el arraigue de plantas lejanas al gotero.

RIEGOS DE ENRAIZAMIENTO
En los días sucesivos a la plantación se darán riegos por aspersión para evitar el secado del taco y asegurar su arraigue. Esta práctica es especialmente importante en cultivos de otoño.

MANEJO DEL INVERNADERO PARA FAVORECER EL ENRAIZAMIENTO
Como se afirmó en la introducción del presente capítulo, se busca conseguir en el invernadero los 18-22ºC manteniéndolo para ello cerrado, y abriéndolo sólo si se alcanzan los 25ºC.
La Humedad Relativa debe ser alta: superior al 80%. Esta fase dura aproximadamente una semana.

CONTROL DE PLAGAS
Durante todo el proceso es imprescindible la realización y puesta en marcha de un programa de calidad hortícola que, fundamentalmente, trate las polillas del tomate y la mosca blanca, entre otros.
Dicho control y tratamiento no es homogéneo todo el año, ya que depende de la época del mismo y del clima. Por ejemplo en la campaña de primavera, el uso de los mismos debe aumentar, puesto que con la buena temperatura, llegan las plagas.

CONTROL DE ENFERMEDADES
Existen muchos tipos de enfermedades que pueden afectar el cultivo (moho gris, podredumbre de raíces, moho de las hojas, oidio, mancha gris, tizón temprano, etc.). Estas se presentan cuando las temperaturas no son las adecuadas, cuando al invernadero no se le realizan los mantenimientos pertinentes o simplemente por concentraciones altas de humedad, etc. Para esto es altamente recomendable y rentable, realizar el tratamiento durante las campañas y en los meses de invierno cuando se descansa.

RIEGOS DE CULTIVO
Una vez arraigada la planta y hasta el cuajado de los primeros frutos, los riegos por goteo se distanciarán el máximo posible, con el fin de favorecer la exploración del suelo en profundidad por el sistema radicular, teniendo en cuenta que en este periodo las necesidades de agua son escasas. Si hubiese necesidad, los riegos serán espaciados y medianos.
Durante este periodo y en tomate de primavera se tendrá especial cuidado ya que la temperatura del agua en estas fechas es muy baja, al igual que la del suelo y el cultivo queda muy expuesto a enfermedades de cuello.
A partir del cuajado del primer racimo y conforme avanza el cultivo, las necesidades aumentan y el riego debe ajustarse a la demanda según evapotranspiración. La frecuencia y abundancia de los riegos debe aumentar. Estos serán continuos y abundantes. Con los frutos engrosando no debe haber altibajos en la humedad, pues el crecimiento sufrirá estas mismas variaciones y aparecerán frutos agrietados, con necrosis apical, etc. Si la aportación de agua en esta fase es escasa, los frutos madurarán prematuramente, sin alcanzar tamaño.
En el ANEXO XXI, se realiza una amplia y detallada explicación acerca del riego por goteo, así como también sus ventajas y desventajas.

ENTUTORADO Y PODA
La poda consiste en la eliminación de todos los brotes que nacen en las axilas de las hojas, dejando solamente un tallo principal con hojas y racimos.
Según va desarrollándose la planta hay que ir eliminando los brotes cuando éstos alcancen de 5-10 cm. de longitud. Para evitar que la planta se "ciegue" (que pierda el brote terminal) dejaremos siempre sin podar junto con el final, el último brote lateral.
Si la operación de poda se retrasa, los brotes crecen demasiado, restan energía a la planta al podarlos, disminuye la calidad y precocidad de los frutos y se producen grandes heridas que constituyen una vía de penetración de enfermedades.
La hora más adecuada para realizar esta operación es la primera de la mañana aprovechando la máxima turgencia de la planta.
La sujeción suele realizarse con hilo de polipropileno (rafia) sujeto de un extremo a la zona basal de la planta (liado, anudado o sujeto mediante anillas) y de otro a un alambre situado por encima de la planta (1,8-2,4 m sobre el suelo). Conforme la planta va creciendo se sujeta al hilo tutor mediante anillas, hasta que la planta alcanza el alambre. A partir de este momento se debe bajar la planta descolgando el hilo. Este sistema está empezando a introducirse con la utilización de un mecanismo de sujeción denominado “holandés” o “de perchas”, que consiste en colocar las perchas con hilo enrollado alrededor de ellas para ir dejándolo caer conforme la planta va creciendo (sujetándola al hilo mediante clips). De esta forma la planta siempre se desarrolla hacia arriba, recibiendo el máximo de luminosidad, por lo que incide en una mejora de calidad del fruto y un incremento de producción.

FLORACIÓN FECUNDACIÓN
La fecundación del tomate es autógama, es decir, se fecunda con su propio polen pero las condiciones deben ser las adecuadas. Como se ha dicho, la temperatura idónea está entre 18-24º C. Y una Humedad Relativa entre el 30 y el 80%.

MANEJO DEL INVERNADERO EN CULTIVO
Desde mediados de Octubre con la subida de las temperaturas, se producen al mismo tiempo en los invernaderos bajadas importantes de humedad relativa (HR), que pueden llegar hasta un 15 % y aún menos, siendo recomendable que no bajasen del 40 - 50 %.
Una ayuda en el manejo del invernadero en esos momentos, es la utilización del riego por aspersión, no para regar, sino para humedecer la atmósfera. Así, el suelo deberá permanecer en todo momento mojado, para permitir la evaporación y humidificación de la atmósfera.
Se dieron fundamentalmente a primera hora de la mañana, con ráfagas de unos 10 minutos de duración y un caudal de 2,5 – 3 l/m2.

ELIMINACIÓN DE HOJAS BAJAS
Es una práctica conveniente sobre todo si están enfermas o es necesario aumentar la ventilación del cultivo o bien, en cultivos de otoño, para favorecer la maduración de los frutos.
No se podarán las hojas inmediatamente inferiores a un racimo, hasta que esté recogido, ya que el racimo, se alimenta, básicamente, de las hojas inmediatamente inferiores al mismo.

PINZAMIENTO O DESPUNTE
Cosiste en eliminar el brote terminal del tallo de forma que cese su desarrollo, con esta operación se consigue un aumento del tamaño del fruto y una mayor precocidad. En general en el cultivo de primavera se suele realizar sobre el 7-8 º racimo.

SANIDAD DEL CULTIVO
En general, es un cultivo que no presenta graves problemas sanitarios en los invernaderos.
Pero no por ello hay que dejar de señalar, que la prevención de estos problemas, debe estar basada en el cuidado del cultivo y en el manejo del invernadero de tal forma que logremos en su interior un clima lo más cercano posible al descrito como el adecuado para el correcto desarrollo del mismo.
Trabajar activamente en este aspecto y una cuidadosa observación de su evolución, conforman la base para minimizar los problemas que se puedan presentar.
A la vista de todo ello, la sanidad debe basarse en el manejo de estos factores, en la vigilancia de la posible aparición de las enfermedades y plagas y en la actuación conjunta de los mismos con la lucha integrada o biológica. Hay que reafirmar una vez más que en ningún caso puede esperarse un estado sanitario bueno basado fundamentalmente en un calendario de tratamientos.

RECOLECCION
La mínima madurez para la cosecha del tomate, se define en términos de la estructura interna del fruto; las semillas están completamente desarrolladas y no se cortan al rebanar el fruto, el material gelatinoso está presente en al menos un lóculo y se está formando en otros.
Para la clase de tomate redondo o Larga Vida, la mínima madurez de cosecha corresponde a la clase “Rosa”, es decir cuando más del 30%, pero no más del 60% de la superficie del fruto muestra un color rosa-rojo, según conclusiones de estudio realizado por la United States Department of Agriculture (USDA).
Es importante destacar la importancia de una cosecha rápida y eficaz, ya que en producciones bajo invernadero, al estar concentrado el calor, un día puede significar mucho en términos de madurez. Es recomendable tomarse un tiempo máximo de 3 días por hectárea en temporada de primavera y a lo sumo 7 días en otoño.

RECOLECCION
Una vez hecha la recolección, se deberá depositar en contenedores o en cajas de cosecha. No debe asolearse y debe llevarse al área de selección y empaque, cuidando que el tamaño y el peso de la caja no sean demasiado grandes para no dañar el fruto.
Se lleva a cabo la limpieza y selección aplicando los criterios de color, tamaño y textura y en algunos casos también de peso.
Según la demanda del mercado, se selecciona la fruta para el corte, manejando los siguientes parámetros:
• Rayado: Es el fruto que inicia su maduración y se aprecia más verde que rojo.
• Tres cuartos (3/4): Usualmente es el parámetro que más se maneja. Su color se aprecia en tono naranja o rojo claro.
• Maduro: Este parámetro es cuando el fruto presenta madurez del
100%. Posteriormente se clasificará, según su estándar de calidad en:
• Primera
• Segunda
• Tercera

El empacado se realizará en cajas de madera o de cartón, cuyo llenado será de 18kg. para evitar dañar el fruto. El proceso más conveniente de empaque es intercalar un tendido de tomate y un entrepaño hasta alcanzar el peso ideal de la caja, donde los tendidos pueden variar dependiendo del tamaño del fruto.
Posteriormente se estiban por clasificación, listos para salir al mercado.
Última modificación: jueves, 7 de junio de 2018, 07:39