Cultura de la textileria

El aprendizaje de la textilería, dentro de la cultura rural actual, ocupa un lugar importante. De abuelas a madres e hijas, se va transmitiendo una sabiduría que es el legado de antiguas generaciones, y que ha permitido la continuidad de una tradición cultural.

Así, las mujeres desde pequeñas se muestran interesadas en aprender el arte del tejido; para ello tendrán como referente a las mujeres adultas de su familia y poco a poco irán imitando y reproduciendo los gestos de este complejo entramado. La observación y la práctica cotidiana, incorporándose a tareas menores de preparación de la lana, marcarán el inicio de este proceso de aprendizaje.

Existen dos modalidades en cuanto a la forma en que las mujeres logran el conocimiento y aplicación de las distintas técnicas y procedimientostextiles. La primera, consiste en la observación cotidiana de las labores de hilado, teñido y tejido que realizan su abuela, madre o hermanas mayores y es lo que comúnmente ellas denominan "aprender mirando", porque sólo en algunas ocasiones recibe la ayuda o guía de parte de alguna de sus parientes.

En el segundo caso se recurre a la enseñanza especializada de una maestra. El método empleado por la maestra, consiste en la aplicación práctica de los conocimientos. Es decir, va elaborando un tejido y la joven lo realiza paralelamente en su telar. La maestra la guía y sigue atentamente todo el proceso de aprendizaje, el cual finaliza cuando la joven logra confeccionar un muestrario o una prenda tejida con la técnica de su maestra.

Durante la etapa de aprendizaje, los sueños también van a jugar un rol importante. El vínculo que se establece entre lo humano y lo divino a través de los mensajes oníricos
tendrá múltiples significados.

El desarrollo de la actividad textil contempla una serie de etapas sucesivas, que van desde la obtención y preparación de las materias primas, siguiendo con el hilado, teñido de las lanas, hasta llegar a la etapa final de tejido.

En este proceso intervienen aspectos importantes de la creatividad femenina, que van más allá de la aplicación práctica de los conocimientos técnicos. Eso se manifiesta en la forma particular en que cada artesana selecciona la técnica de tejido que va a utilizar, y a través del modo en que une y combina los distintos diseños y coloridos. Para ello, la artesana crea un modelo mental de su tejido que le sirve de referente en la ejecución de
las distintas etapas del trabajo. Este ejercicio mental y creativo, se sustenta en la existencia de una tradición textil que actúa en la memoria de las mujeres como depósito de conocimientos o matriz común, desde la cual emergen infinitas creaciones.

De este modo, encontramos que las técnicas, instrumentos y procedimientos utilizados por las mujeres rurales en el proceso de producción textil, son los mismos. Sin embargo, cada tejido denota ciertas particularidades impresas por su realizadora, asociadas a la "especialidad" textil que posee, tanto en términos del dominio de una
técnica y de la estética de su tejido, así como, del tipo de prenda que prefiere tejer.
También observamos que en las distintas etapas del proceso textil, entran en juego otros aspectos importantes de la existencia de las mujeres que se vinculan a una cosmovisión específica, donde todas las acciones de la vida están integradas. Además se puede expresar que con el solo hecho de realizar un tejido, entran en juego otras aspectos de la
vida como lo religioso, lo económico, lo social y lo cultural.
Última modificación: jueves, 7 de junio de 2018, 07:39