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Cuando se juega poker, debemos mirar nuestras cartas; pero eso no es lo único ni lo más importante. Es esencial observar cómo maniobran los oponentes, su lenguaje corporal, su expresión facial (gestos), su personalidad, e incluso la manera en la que visten. Todas estas conductas es lo que se conoce como los “tells” y forman parte de la comunicación no verbal que debemos dominar a la perfección cuando afrontamos juegos en la vida real.

Así pues, para ocultar nuestros tells podemos utilizar artilugios como gafas de sol o incluso podremos realizar actividades que aparentemente nos muestren ajenos a la partida como puede ser escuchar música. Pero los tells propios son difíciles de esconder ante los ojos de los buenos jugadores, por lo que deberemos ser conscientes de ellos y conocernos a nosotros mismos.

Los tells son una de las partes más importantes para estudiar el comportamiento de nuestros rivales. Descubrir los suyos y también los nuestros son un buen ejercicio de observación consciente. Nuestro objetivo es descubrir los tells de los demás jugadores y que ellos no descubran ninguno de los nuestros. Por consiguiente, tan importante como descubiri los tells de los rivales es esconder los nuestros propios. De nada nos sirve saber que nuestro rival tiene una mano fuerte si le estamos comunicando que nosotros también la tenemos.

La mayoría de tells que podemos observar (físicos, de conducta, verbales, de postura) nos servirán para conocer la intención de nuestros rivales.

Cuidado con los falsos tells

Pero cuidado: hay falsos tells, que los jugadores emitirán a propósito o sin quererlo. Y es necesario evaluar los tells, falsos o verdaderos, de acuerdo con el ámbito o contexto en el que se producen. Si alguien se sobrecoge al ver sus cartas, podría tener una buena mano; pero si esto sucede luego de un all-in, probablemente sea un farol.

Para llevar cuenta de estas cosas, es bueno ir anotando los tells de los oponentes. Pero, desde luego, esta etapa vendrá luego de haber aprendido bien las reglas y las estrategias básicas (y no tan básicas) del juego. El fin último: descubrir los tells de los otros y evitar que se descubran los nuestros.