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No necesitas comprar semillas en una tienda de jardinería para sembrar árboles de manzana; ¡puedes hacerlo usando las semillas en el carozo de tu tipo de manzana favorito! Aunque sembrar árboles de manzana a partir de las semillas toma muchos años, y aunque la fruta pudiera no ser la misma que aquella de la que tomaste las semillas, es emocionante observar a las plantas de semillero convertirse en un manzano real con el paso de los años. Ya sea que quieras aprender a sembrar semillas de manzana para un proyecto de la escuela o que quieras satisfacer tu curiosidad acerca del potencial de las semillas, es importante entender el proceso delicado de germinación y de siembra ¡para que finalmente puedas disfrutar del fruto de tu trabajo!

Método 1
Método 1 de 3:

Extraer y preparar las semillas de manzana

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  1. Compra varias manzanas maduras, luego cómetelas o córtalas hasta alcanzar sus carozos. Saca cuidadosamente las semillas, asegurándote de tomar cada una antes de tirar los carozos.[1]
    • Ten en cuenta que la mayoría de los manzanos sembrados por agricultores y jardineros provienen de injertos de árboles, y no se siembran directamente de la semilla. Sembrar árboles a partir de las semillas de manzana produce fruta altamente variable, ya que a menudo las abejas hacen una polinización cruzada de los árboles.
    • Mientras más semillas siembres, será más probable que uno de los árboles produzca manzanas comestibles, a diferencia de las variedades menos comestibles, como las manzanas silvestres. Hay una tasa de éxito de alrededor de 10 % de semillas que se convierten en manzanos.
    • Trata de comenzar el proceso preparando las semillas durante el invierno, así al comienzo de la primavera las semillas estarán listas para la siembra.
  2. Después de extraer las semillas de la o las manzanas, rocía agua fría con un rociador para enjuagarlas, luego colócalas sobre una toalla de papel y deja que se sequen durante tres a cuatro semanas.[2]
    • Voltéalas cada dos días para que se sequen uniformemente de ambos lados.
  3. Después de un par de días de secado, compra algo de turba o tierra para sembrar a base de turba. Vierte unas cucharadas de tierra para sembrar en la toalla de papel, luego rocía unas cuantas gotas de agua. Usa las manos para mezclar la tierra y las semillas.[3]
  4. Después de mezclar las semillas y la tierra, coloca la mezcla en una bolsa que se pueda cerrar. Escribe la fecha en la bolsa con un marcador, luego colócala en el refrigerador por tres meses.[4]
    • El proceso de almacenamiento de las semillas en condiciones frías y húmedas se llama vernalización. Este ablanda la capa exterior dura de la semilla y estimula al embrión adentro de ella a comenzar a germinar.
    • Al final de los tres meses, ¡debes ver que las semillas han comenzado a germinar!
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Método 2
Método 2 de 3:

Sembrar las semillas en el exterior

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  1. Localiza un área de tu jardín donde quieras sembrar las semillas de manzana. Prepara el piso sacando la maleza de la tierra, jalándola de las raíces. También saca cualquier roca o piedra grande y deshace cualquier grumo grande de tierra.[5]
    • Escoge un área del jardín que reciba luz del sol directa y que tenga tierra rica con buen drenaje.
    • Tierra con buen drenaje significa que el agua se drena a través de la tierra fácilmente, en lugar de surcar la superficie del suelo. La tierra con buen drenaje por lo general tiene una apariencia fértil y oscura, lo contrario a arenosa y seca.
    • Trata de sembrar las semillas al comienzo de la primavera.
  2. Antes de sembrar los brotes de las semillas, tienes que asegurarte de que la tierra sea tan hospitalaria y rica en nutrientes como sea posible. Después de sacar la maleza, esparce una capa de 2,5 cm (una pulgada) de compost sobre la tierra. Puedes preparar compost para jardín o comprarlo en una tienda de jardinería.
    • El compost enriquece a la tierra con nutrientes esenciales y también la hace más aireada para que pueda drenar mejor.
  3. Usa las manos o una pala de jardín para crear surcos de 2,5 cm (1 pulgada) de profundidad, o zanjas pequeñas, en la tierra. Si vas a sembrar varias semillas, crea múltiples surcos que tengan 30 cm (12 pulgadas) de separación.[6]
  4. Después de excavar los surcos, siembra las semillas de manzana en el suelo, dejando un espacio entre ellas de 30 cm (12 pulgadas). Esta separación les da el espacio para crecer y asegura que no compitan por los nutrientes del suelo.[7]
  5. Después de sembrar los brotes de las semillas, cúbrelos con una capa delgada de tierra para protegerlos. Luego rocía 2,5 cm (1 pulgada) de arena sobre la tierra que los cubre. La arena protege al suelo de que se endurezca en un clima frío, lo que puede impedir la germinación de los brotes por encima de la tierra.[8]
  6. Incluso si preparas y siembras perfectamente las semillas para su crecimiento, ¡los animales como las ardillas y los mapaches pueden frustrar tus planes! Para proteger los brotes, esparce la malla de tela metálica sobre la parcela de jardín, asegurándote de meter sus bordes varios centímetros debajo del suelo. La malla permite que pase el agua de lluvia pero protegerá a las semillas de animales extraños.[9]
    • Mientras crece el manzano, o después de un año, coloca la malla sobre estacas para que no fuerce a las ramas del árbol a doblarse.
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Método 3
Método 3 de 3:

Sembrar las semillas en el interior

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  1. Es posible iniciar el crecimiento de los manzanos en macetas de interior en lugar del exterior. Para comenzar a sembrar las plantas en macetas, toma la bolsa de semillas y de tierra para sembrar del refrigerador. Extrae cuidadosamente las semillas que tengan brotes y que hayan germinado en la tierra y apártalas.[10]
    • Ten presente que los manzanos son más saludables cuando se los siembra inicialmente en el exterior en lugar de macetas.
  2. Compra varias macetas degradables pequeñas para plantas de 15 cm (6 pulgadas), dependiendo de cuántas semillas quieras sembrar. Llénalas con tierra fertilizada, dejando aproximadamente 2,5 cm (una pulgada) en el parte superior. Asegúrate de que tengan orificios de drenaje en la parte de abajo.[11]
    • Las macetas degradables hacen que el trasplante sea más sencillo y menos traumático para los brotes.
  3. Después de llenarlas con tierra fertilizada, haz dos hoyos de 2,5 cm (1 pulgada) en la tierra de cada maceta con una separación de 7,5 cm (3 pulgadas), luego coloca una semilla en cada hoyo. Ya que no está garantizado que cada semilla germinada vaya a crecer, siembra de cinco a diez veces más semillas de la cantidad de árboles que quieres.[12]
  4. Después de colocar todos los brotes en los hoyos, riega la tierra de cada maceta. Esto debe mover la tierra de modo que cubra los brotes. Si todavía están expuestos, echa tierra suavemente sobre ellos para cubrirlos un poco.[13]
  5. Mueve las macetas a la luz directa del sol, preferentemente en un invernadero, pero en cualquier lugar de la casa que sea cálido y tenga muchas ventanas.[14]
    • Los manzanos finalmente tendrán que ser trasplantados al exterior, donde las condiciones para el crecimiento sean mejores.[15]
  6. Ya que los brotes van a crecer en el interior, necesitarán que los riegues dos veces a la semana. Riégalos hasta que la tierra esté húmeda y oscura, pero asegúrate de no regar en exceso ni de inundar la tierra.[16]
  7. No tienes que mantener los brotes de manzanos en el interior de forma indefinida. Estos árboles se desarrollan muy bien en el exterior, donde tienen espacio para crecer, así como luz solar mejorada y nutrientes de la tierra. Después de algunos meses, o cuando estés listo para trasplantar, limpia un área del jardín de maleza y de rocas grandes.[17]
    • Escoge un área de tu jardín de tierra con buen drenaje, para que cuando eches mucha agua sobre la tierra, se drene rápidamente hacia el suelo.
    • También escoge un área del jardín que tenga luz directa del sol.
    • Añade una capa de 2,5 cm (1 pulgada) de compost a la tierra para enriquecerla.
  8. Utiliza una pala pequeña para excavar la tierra y hacer hoyos que tengan la profundidad de las macetas. Luego cuidadosamente coloca las macetas degradables adentro de cada hoyo.
    • La maceta biodegradable finalmente se descompondrá, de tal forma que el brote estará rodeado completamente de tierra.
    • Después de enterrar la maceta, debes ser capaz de ver el borde que sobresalga del suelo.
    • Algunas macetas biodegradables vienen con la parte de abajo que se separa fácilmente. También puedes cortarla para acelerar el proceso de integración de la planta a la tierra.
  9. Golpea suavemente la tierra alrededor del borde de la maceta hasta que no haya espacio entre la maceta y la tierra circundante. A continuación, riega las plantas y la tierra generosamente.[18]
    • Considera agregar una capa de arena de 2,5 cm (1 pulgada) sobre la tierra si vives en un clima frío. La arena ayuda a evitar que el suelo se endurezca en un clima frío.
  10. Después de haber trasplantado con éxito las semillas de manzana en el exterior, cubre la parcela de jardín con una malla de tela metálica para evitar que los animales se coman las semillas. Entierra la malla varios centímetros adentro del suelo. Después de alrededor de un año cuando los árboles comiencen a convertirse en retoños, monta la malla sobre estacas para permitir que el árbol crezca hacia arriba.[19]
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Consejos

  • Riega los manzanos una vez a la semana si vives en un área seca en donde no llueva regularmente.
  • Saca la maleza del jardín con regularidad para mantener los árboles saludables.
  • Ten presente que hay una tasa alta de fracaso de manzanos que crezcan a partir de semillas. Por cada 100 semillas que extraigas de las manzanas y pongas en el proceso de germinación y de siembra, solo cinco o diez podrían sobrevivir y convertirse en árboles.
  • Sembrar manzanos a partir de semillas no es para los impacientes. Tomará alrededor de cuatro años a que los árboles tengan 1,20 m (4 pies) de alto, y tantos como diez antes de que comiencen a dar frutos.
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Advertencias

  • No podes los árboles durante los primeros cinco años, ya que la poda puede entorpecer el crecimiento de árboles jóvenes.
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Cosas que necesitarás

  • manzanas
  • malla de tela metálica
  • macetas biodegradables (opcional)
  • compost
  • turba o tierra para sembrar a base de turba

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Categorías: Cultivo de frutas
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