¿Sabes de qué está hecha tu ropa?

¿Te has preguntado alguna vez sobre la procedencia de las telas que componen tus prendas favoritas? En un mundo donde la moda abraza una amplia gama de materiales, desde los clásicos naturales hasta los innovadores sintéticos, puede resultar confuso discernir entre lo orgánico y lo artificial. Desde el confort del algodón hasta la elegancia de la seda, pasando por las fibras sintéticas que revolucionaron la industria, exploraremos una guía rápida para entender los tejidos que inundan las etiquetas de nuestras compras diarias.

La moda cada vez se nutre de más tipos de tejidos, telas recién creadas, vegetales, híbridos sintéticos, de origen animal, que nos hacen dudar sobre su procedencia. Aparte de las fibras naturales, las fibras artificiales son creadas a partir de materia prima natural, como la madera, y las sintéticas son aquellas que se obtienen a partir del petróleo.Estos son algunos tejidos que te puedes encontrar en las tiendas:

-Algodón: todo un clásico, el tejido natural por excelencia. Con infinitos acabados, batista, terciopelo, denim, muselina, panamá. El más recomendado para evitar alergias y muy fresquito. Ideal para ropa de bebé y para ropa veraniega. Eso sí, hay que planchar.

-Lino: es una planta herbácea que se cultiva casi exclusivamente para la industria textil. Se caracteriza por ser una tela muy ligera, pero tiene el inconveniente que se arruga enseguida.

-Poliéster: es el invento textil del siglo XX. No se encoge, es de fácil lavado, no hay que planchar, pero, eso sí, es un producto químico, derivado del petróleo. Por sus excelentes características es uno de los tejidos más utilizados en la moda. Es el antiguo “tergal” que en España se llamó en su origen “Terlenka”. Todo un hallazgo.

-Viscosa: es lo mismo que el “rayón”, fibra de celulosa, manufacturada de la corteza de los árboles. Es otro de los tejidos que, por su suavidad y caída, es una opción perfecta para la industria de la moda. Es ligero y transpirable, muy adecuado para los meses de calor.

-Lana: es el pelo que cubre el cuerpo de algunos mamíferos. La más común es de oveja, pero la hay también de cabra, de llama, alpaca, vicuña. Aparte de su calidez, la lana se caracteriza por ser una fibra elástica, es un aislante térmico natural, repele el agua y es increíblemente suave. Un fibra utilizada para elaborar prendas de ropa casi desde el principio de los tiempos.

-Ramio: muy común en los últimos años, el ramio es una fibra natural que proviene de la ortiga, tiene propiedades parecidas al algodón y una apariencia muy similar al lino.

-Cáñamo: con este vegetal tan conocido por otras utilidades, el “Cannabis sativa” se realizan prendas desde hace muchos siglos. Se hila y teje creando una tela rizada parecida al lino y al algodón.

-Seda: el tejido, reservado durante siglos a las clases altas, es símbolo de distinción y poder. Su origen está en China y es producida por un gusano, “Bombix mori” que, comiendo hojas de morera produce seda líquida que se endurece en filamentos para formar su capullo. Este tejido se caracteriza por su suavidad, su brillo y por teñirse fácilmente, por su comodidad para los climas cálidos y por su calidez en los fríos. Hay muchos tipos: seda salvaje, shantung de seda,  crepe de seda, otomán, moaré, raso, gasa, muselina, terciopelo, damasco, tul… depende de sus diferentes acabados.

-Nylon: es una fibra sintética inventada a principios del siglo XX a partir de un polímero. Se empezó a fabricar a gran escala en los años 30 y la venta de medias de nylon fue una revolución en la industria de la moda femenina.

-Lycra: esta fibra sintética, también llamada “elastano” pocas veces se presenta sola en una prenda. Se suele mezclar con otros tejidos para dotarles de una gran elasticidad y para que no se deforme. Puede estirarse hasta 7 veces su longitud y luego recuperar su tamaño normal. Esa característica da a la ropa una increíble comodidad.

Al conocer la diversidad de tejidos que conforman nuestras prendas, podemos tomar decisiones más informadas sobre nuestras compras, optando por materiales que se alineen con nuestros valores y necesidades. Ya sea la frescura del algodón en verano o la versatilidad del poliéster, cada tela cuenta una historia única en el mundo de la moda.