Desde sus primeras andaduras hasta el año 1912, el Madrid Foot-Ball Club disputó sus partidos de casa en una serie de campos de mayor o menor categoría, entre los que destaca el de La Avenida de la Plaza de Toros ( Hipódromo ), sede de las primeras copas del Rey, incluida la de 1904, primer trofeo del club, Campeones de España, conquistando la Copa ante el Athletic de Bilbao con un gol de Prats.
En 1910, el club muda su sede a la del Campo de O'Donnell, en un campo sin vallar, hasta que don Pedro Parages, entonces vicepresidente del club, avaló con su firma la adquisición de la madera necesaria para el vallado y la construcción de las tribunas del campo (acomodaban originalmente a 216 espectadores). El partido inaugural se celebró el 31 de octubre de 1912, entre el Madrid y el Sporting Club de Irún finalizando con empate a cero. Campo de Narváez.
El 29 de junio de 1920 su majestad Alfonso XII le concede el título de Real. Desde ese momento el equipo comienza a llamarse Real Madrid Fútbol Club.
Once años más tarde, el club se muda de nuevo, esta vez al Campo de Ciudad Lineal, con terreno de hierba en vez de tierra y con capacidad para unos 8.000 espectadores. La inauguración oficial fue el 29 de abril de 1923, con la presencia en el acto de Sus Altezas Reales y el infante Don Juan, padre del presente Rey. El Madrid se enfrentó al Real Unión, imponiéndose por 2 goles a cero, tantos marcados por José María Ubeda.
Apenas doce meses después, el 17 de mayo de 1924, el Real Madrid disputó su primer partido en el Estadio de Chamartín, el primer estadio que perteneció en propiedad al club. El rival del Madrid en este partido fue el campeón vigente de la Copa inglesa, el Newcastle United. El Madrid se impuso por tres goles a dos. Este estadio, que llegó a tener una capacidad máxima de 22.500 espectadores, fue el escenario donde el Madrid consiguió sus primeros títulos de liga.
Con la llegada de Quincoces y Ciriaco, y la aportación de jugadores como Regueiro y Olivares, El Real Madrid se proclama campeón invicto de la Liga de la temporada en 1931, su primera Liga.
El 15 de septiembre de 1943, Santiago Bernabéu es nombrado por unanimidad presidente del Madrid, iniciándose una de las etapas más fructíferas del equipo blanco. Don Santiago Bernabéu decidió que el estadio era insuficiente para un club al que pretendía hacer el más
grande.
El 22 de junio de 1944 el proyecto comenzó a hacerse realidad con la compra de 350.544 pies cuadrados por 3.000.000 de ptas.
El 5 de septiembre se presenta el proyecto del futuro Bernabéu y la primera piedra fue colocada e 27 de octubre del mismo año.
Se inició entonces en 1944 la construcción que culminaría con la inauguración del nuevo estadio Santiago Bernabéu el 14 de diciembre de 1947, en la que el Real Madrid se enfrentó al Os Belenenses de Portugal, ganando por tres goles a uno. Sabino Barinaga marcó el primer gol en el nuevo estadio, que continuaría llamándose Estadio de Chamartín, hasta que años después se decidió por aclamación popular se cambió por el de Estadio Santiago Bernabeu (no recibió el nombre de su presidente hasta el 4 de enero de 1955, tras aprobarlo la Junta Directiva), como no podía ser de otro modo. La "Quimera impracticable" registró un lleno absoluto en sus gradas. Muchos más no habrían podido entrar al estadio, como Don Santiago había pronosticado. El aforo inicial del estadio era de 75.342 espectadores.
Pronto se iniciarían las obras de la gran grada de la parte derecha, que aumentarán el aforo a más de 120.000 espectadores. En 1953, dada la enorme afluencia de público al estadio, se
decidió ampliarlo, con la construcción del tercer anfiteatro (denominado "gallinero"). Con la mayoría de los espectadores en pie, el estadio llegó a tener afluencias de hasta 120.000,
animando al equipo de las seis Copas de Europa.
Luego, en 1954, con la primera ampliación, también siguió siendo el estadio más grande. Su historia ha ido discurriendo de forma paralela al arrollador crecimiento de un equipo campeón
que logró equiparar con sus títulos la grandeza alcanzada por el escenario. Son años dorados que sacian los sueños de todo aficionado: el mejor equipo, en el mejor Estadio. Para llegar a
este punto es justo señalar el protagonismo de una persona, santo y seña del madridismo, que con su fe y su visión adelantada a sus tiempos, supo manejar con mano firme el timón de aquel grandioso proyecto y llevarlo a buen puerto: Santiago Bernabéu, a quien en su honor se bautizó el coliseo con su nombre. Su gran proyecto de Estadio capaz de albergar a la cada vez más numerosas afición madridista -algo quimérico e irrealizable para muchos-, fue una hermosa realidad gracias a su esfuerzo y gestión.
En junio de 1952 Saporta se incorpora a la Junta. En un futuro, jugará un papel fundamental en la historia blanca.
Di Stefano debuta en el Real Madrid en 1953. Junto a él llega un joven llamado Francisco Gento. En la Liga, el Real Madrid arrolla.
Se inició un lustro de lujo. El 13 de junio de 1956, los blancos jugaron la final de la primera Copa de Europa, derrotando al Stade Reims. Después llegaron 4 Copas de Europa
consecutivas.
En el verano de 1960, el Real obtuvo la primera Copa Intercontinental, derrotando al Peñarol de Montevideo por 5-1. Se inició una racha de cinco ligas consecutivas.
En 1962 un doblete más El club blanco consigue vencer en la Liga y en la Copa, pero tras el doblete, El Real Madrid pierde la final de la Copa de Europa ante el Benfica.
De esta época, deben citarse jugadores como Bañon, Juanito Alonso y Domínguez, porteros, Atienza, Marquitos, Santamaría, Lesmes, defensas, Santiesteban, Zarraga, Vidal, Muñoz,
Antonio Ruiz, medios, Joseito, Marsal, Molowny, Rial, Puskas, Didi, Antonio Pérez, Manolín Bueno, Kopa, delanteros, y un largo etcétera por cada posición en el campo.
El Madrid "ye-ye" se hace con la sexta Copa de Europa. La final se celebra en Bruselas el 11 de mayo de 1966. Serena y Amancio consiguen los goles. La Liga la ganan perdiendo sólo 2
partidos.
Alfredo Di Stefano, al que algunos consideran uno de los mejores jugadores de todos los tiempos, en 1967 sale del Real Madrid, dejando tras de sí una época repleta de triunfos.
Los siguientes años trajeron nuevos triunfos en la Liga, en la Copa y en las distintas competiciones europeas, hasta alcanzar la novena Copa de Europa.
No hay que olvidar a otras secciones, como el baloncesto, por cuanto que, en la misma época, consiguieron “records”, aún hoy imbatidos, en competiciones nacionales ( Ligas, Copas de Su Excelencia El Generalísimo y del Rey ) e internacionales ( Copas de Europa ) en las que lograron mas triunfos que cualquier otro competidor en las mismas fechas.
