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  • General

    Según la definición oficial de la Organización Meteorológica Mundial, la lluvia es la precipitación de partículas líquidas de agua, de diámetro mayor de 0,5 mm o de gotas menores, pero muy dispersas. Si no alcanza la superficie terrestre no sería lluvia, sino virga, y, si el diámetro es menor, sería llovizna. La lluvia se mide en milímetros.

    La lluvia depende de tres factores: la presión atmosférica, la temperatura y, especialmente, la humedad atmosférica.

    El agua puede volver a la tierra, además, en forma de nieve o de granizo. Dependiendo de la superficie contra la que choque, el sonido que producirá será diferente.

    Índice

    • 1 Gotas de agua
    • 2 Distribución y utilización de la lluvia
    • 3 Medición de la lluvia
    • 4 Parámetros que caracterizan la lluvia
    • 5 Clasificación según la intensidad
    • 6 Clasificación de precipitaciones acuosas
      • 6.1 Nombres coloquiales
    • 7 Origen de la lluvia
    • 8 Inundaciones
    • 9 Goteras y filtraciones de agua
    • 10 Véase también
    • 11 Referencias
    • 12 Enlaces externos

    Gotas de agua

    A) En realidad, las gotas no tienen la forma 'cultural' de lágrima, como mucha gente cree.
    B) Las gotas muy pequeñas son casi esféricas.
    C) Las gotas más grandes se aplastan en la parte inferior por la resistencia del aire y tienen la apariencia de un pan de hamburguesa.
    D) Las gotas grandes tienen una gran cantidad de resistencia de aire, lo que hace que empiecen a ser inestables.
    E) Las gotas muy grandes se dividen por la resistencia del aire.

    Las gotas no tienen forma de lágrima (redondas por abajo y puntiagudas por arriba), como se suele pensar. Las gotas pequeñas son casi esféricas, mientras que las mayores están achatadas. Su tamaño oscila entre los 0,5 y los 6,35 mm, mientras que su velocidad de caída varía entre los 8 y los 32 km/h; dependiendo de su intensidad y volumen.

    Distribución y utilización de la lluvia

    La lluvia, en su caída, se distribuye de forma irregular: una parte será aprovechada para las plantas, otra parte hará que los caudales de los ríos se incrementen por medio de los barrancos y escorrentías que, a su vez, aumentarán las reservas de pantanos y de embalses, y otra parte se infiltrará a través del suelo, y, discurriendo por zonas de texturas más o menos porosas, formará corrientes subterráneas que o bien irán a parar a depósitos naturales con paredes y fondos arcillosos y que constituirán los llamados yacimientos o pozos naturales (algunas veces formando depósitos o acuíferos fósiles, cuando se trata de agua acumulada durante períodos geológicos con un clima más lluvioso), o acabarán desembocando en el mar. La última parte se evaporará antes de llegar a la superficie por acción del calor.

    Las dimensiones de una cuenca hidrográfica son muy variadas, especialmente cuando se trata de estudios que abarcan una área importante. Es frecuente que en la misma se sitúen varias estaciones pluviométricas. Para determinar la precipitación en la cuenca en un período determinado se utilizan algunos de los procedimientos siguientes: método aritmético, polígonos de Thiessen u otras interpolaciones, y el método de las isoyetas.

    Medición de la lluvia

    Retorno de los ecos de lluvia, radar doppler.

    La precipitación se mide en milímetros de agua, o litros caídos por unidad de superficie (m²), es decir, la altura de la lámina de agua recogida en una superficie plana es medida en mm o L/m² (1 milímetro de agua de lluvia equivale a 1 L de agua por m²).

    La cantidad de lluvia que cae en un lugar se mide con los pluviómetros. La medición se expresa en milímetros de agua y equivale al agua que se acumularía en una superficie horizontal e impermeable durante el tiempo que dure la precipitación o solo en una parte del periodo de la misma.

    • Pluviómetro manual: es un indicador simple de la lluvia caída. Consiste en un recipiente especial cilíndrico, por lo general de plástico, con una escala graduada en donde todas las marcas están a igual distancia entre sí. La altura del agua que llena la jarra es equivalente a la precipitación y se mide en mm.
    • Pluviómetros totalizadores: se componen de un embudo o triángulo invertido, que mejora la precisión y recoge el agua en un recipiente graduado. A diferencia del anterior, cuanto más hacia abajo están, las marcas de los milímetros se van separando entre sí cada vez más, lo cual compensa el estrechamiento del recipiente. El mismo tiene esa forma para dar más precisión en lluvias de poco volumen y facilitar su lectura. El instrumento se coloca a una determinada altura del suelo y un operador registra cada 12 horas el agua caída. Con este tipo de instrumento no se pueden definir las horas aproximadas en que llovió.
    • Pluviógrafo de sifón: consta de un tambor giratorio que rota con velocidad constante. Este tambor arrastra un papel graduado; en la abscisa se tiene el tiempo y en la ordenada la altura de la precipitación pluvial, que se registra por una pluma que se mueve verticalmente, accionada por un flotador, marcando en el papel la altura de la lluvia.
    • Pluviógrafo de doble cubeta basculante: el embudo conduce el agua colectada a una pequeña cubeta triangular doble, de metal o plástico, con una bisagra en su punto medio. Es un sistema cuyo equilibrio varía en función de la cantidad de agua en las cubetas. La inversión se produce generalmente a 0,2 mm de precipitación, así que cada vez que caen 0,2 mm de lluvia la báscula oscila, vaciando la cubeta llena, mientras comienza a llenarse la otra.

    Parámetros que caracterizan la lluvia

    La Plaza de Europa bajo la lluvia, obra del pintor francés Gustave Caillebotte.

    La lluvia puede ser descrita en los siguientes términos:

    • Intensidad. Se define como la cantidad de agua que cae por unidad de tiempo en un lugar determinado. La intensidad de la lluvia y duración de la lluvia: estas dos características están asociadas. Para un mismo período de retorno, al aumentarse la duración de la lluvia disminuye su intensidad media. La formulación de esta dependencia es empírica y se determina caso por caso, con base a los datos observados directamente en el sitio de estudio o en otros sitios próximos con las características hidrometeorológicas similares. Dicha formulación se conoce como relación Intensidad-Duración-Frecuencia, o comúnmente conocida como curvas IDF.
    • Duración. La duración del evento de lluvia o tormenta varía ampliamente, oscilando entre unos pocos minutos a varios días.
    • Altura o profundidad. Se define como la altura que tendría en agua precipitada sobre un m² de superficie horizontal impermeable, si la totalidad del agua precipitada no se escurriera. Esta dimensión es la que se mide en los pluviómetros. Generalmente se expresa en mm (1 mm de agua sobre 1 m² equivale a 1 litro).
    • Frecuencia. La frecuencia de un determinado evento de lluvia, estrechamente relacionado con el llamado tiempo de retorno, se define como el promedio de tiempo que transcurre entre los acaecimientos de dos eventos de tormenta de la misma característica. Para estas determinaciones se toman en cuenta la duración o la altura, y, eventualmente, ambas.
    • Distribución temporal. La distribución temporal de una tormenta tiene un rol importante en la respuesta hidrológica de cuencas en términos de desarrollo del hietograma de una tormenta.
    • Distribución espacial. Las tormentas que cubren áreas grandes tienden a tener formas elípticas, con un ojo de alta intensidad ubicado en el medio de la elipse, rodeado por lluvias de intensidades y alturas decrecientes. El ojo de la tormenta tiende a moverse en dirección paralela a los vientos prevalentes en el período en que se da el evento.

    Clasificación según la intensidad

    Archivo:Hurricane Ernesto (2012).ogvReproducir contenido multimedia
    Lluvias en el huracán Ernesto.

    Oficialmente, la lluvia se adjetiviza respecto a la cantidad de precipitación por hora (Tabla 1). Una de las expresiones más empleadas en los medios de comunicación es la de lluvia torrencial, que comúnmente se asocia a los torrentes y, por lo tanto, a fenómenos como las inundaciones repentinas, deslaves y otros con daños materiales.

    Tabla 1. Clasificación de la precipitación según la intensidad


    Clase Intensidad media en una hora (mm/h)

    Débiles ≤ 2

    Moderadas > 2 y ≤ 15

    Fuertes >15 y ≤ 30

    Muy fuertes >30 y ≤ 60

    Torrenciales >60

    Fuente: AEMET

    Otra forma de clasificar la precipitación, independientemente de la anterior, es según el índice n o índice de regularidad de la intensidad4 (Tabla 2). Este índice mide la relación entre la intensidad y la duración de una precipitación dada, tanto en el ámbito de la meteorología como en el de la climatología. En este último ámbito, las curvas que describen dicho comportamiento se conocen como Curvas IDF o de Intensidad-Duración-Frecuencia.

    Tabla 2. Clasificación de la precipitación según la regularidad


    n Variabilidad de la intensidad Interpretación del tipo de precipitación

    0,00-0,20 Prácticamente constante Muy predominantemente advectiva o estacionaria

    0,20-0,40 Débilmente variable Predominantemente advectiva

    0,40-0,60 Variable Efectiva

    0,60-0,80 Moderadamente variable Predominantemente convectiva

    0,80-1,00 Fuertemente variable Muy predominantemente convectiva

    Fuente: Divulgameteo

    Clasificación de precipitaciones acuosas

    Aguacero en Coronel Fabriciano, Minas Gerais, Brasil.
    • Lluvia. Es un término general para referirse a la mayoría de precipitaciones acuosas. Puede tener cualquier intensidad, aunque lo más frecuente es que sea entre débil y moderada.
    • Llovizna (o garúa). Lluvia muy débil en la que a menudo las gotas son muy finas e incluso pulverizadas en el aire. En una llovizna la pluviosidad o acumulación es casi inapreciable. Popularmente se le llama garúa, orvallo, sirimiri, pringas o calabobos.
    • Chubasco (o chaparrón). Es una lluvia de corta duración, generalmente de intensidad moderada o fuerte. Los chubascos pueden estar acompañados de viento.
    • Tormenta eléctrica. Es una lluvia acompañada por actividad eléctrica y, habitualmente, por viento moderado o fuerte, e, incluso, con granizo. Las tormentas pueden tener intensidades desde muy débiles hasta torrenciales, e, incluso, a veces son prácticamente secas. La combinación de tormentas secas y chubascos puede presentarse en cualquier caso. Es decir, un chubasco fuerte con tormenta tiene un área de lluvia reducida, la cual puede estar rodeada por una especie de círculo de mayor tamaño donde se dejan sentir los truenos y relámpagos pero no llueve.
    • Aguacero. Es una lluvia torrencial, generalmente de corta duración. Sinónimo de chubasco o chaparrón.
    • Monzón. Lluvia muy intensa y constante propia de determinadas zonas del planeta con clima estacional muy húmedo, especialmente en el océano Índico y el sur de Asia.
    • Manga de agua (o tromba). Es un fenómeno meteorológico de pequeñas dimensiones pero muy intenso, que mezcla viento y lluvia en forma de remolinos o vórtices.
    • Rocío. No es propiamente una lluvia, sino una forma de condensación de la humedad del ambiente en las noches frías y despejadas, cuando el vapor de agua se condensa formando pequeñas gotas en las hojas de las plantas o en otras superficies frías.

    Nombres coloquiales

    A las lluvias de fuerte intensidad se les suelen dar diferentes nombres en diversos países, por ejemplo: tempestad (Argentina y Uruguay), temporal (Argentina, Chile, Cuba y Uruguay), chaparrón (Argentina, España, México, Perú y Uruguay), zamanzo de agua (algunas zonas de Andalucía), palo de agua (Canarias, Colombia —en la Región Caribe—, Panamá y Venezuela), aguacero (Argentina, Ecuador, Colombia,Venezuela —en la Región Andina—, México, Puerto Rico y República Dominicana) y chubasco, etc. No obstante, el término más común es chaparrón.

    Origen de la lluvia

    Lluvias de convección.
    Lluvias orográficas.

    La lluvia puede originarse en diferentes tipos de nubes, generalmente nimboestratos y cumulonimbos, así como en diferentes sistemas organizados de células convectivas: la persistencia de una lluvia abundante requiere que las capas de nubes se renueven continuamente por un movimiento de ascenso de las más inferiores que las sitúe en condiciones propicias para que se produzca la lluvia. Únicamente así se explica que algunas estaciones meteorológicas, como las de Baguio (en la isla de Luzón, en las Filipinas), haya podido recibir 2239 mm de lluvia en cuatro días sucesivos. Todo volumen de aire que se eleva se dilata y, por consiguiente, se enfría. La ascensión de las masas de aire puede estar ligada a diversas causas, que dan lugar a diversos tipos de lluvia:

    • Lluvias de convección. Al calentarse las capas bajas que están en contacto con la superficie terrestre, el aire se hace más ligero, se expande, pesa menos y sube. Al subir se enfría, se condensa y se produce la precipitación. Son lluvias características de las latitudes cálidas y de las tormentas de verano de la zona templada.
    • Lluvias orográficas. Se producen cuando una masa de aire húmeda choca con un relieve montañoso y al chocar asciende por la ladera orientada al viento (barlovento). En la ladera opuesta al viento (sotavento) no se producen precipitaciones, porque el aire desciende calentándose y se hace más seco.
    • Lluvias frontales o ciclonales. Se producen en las latitudes templadas, al entrar en contacto dos masas de aire de características térmicas distintas, como las provocadas por el frente polar (zona de contacto entre las masas de aire polares —frías— y tropicales —cálidas—), que aparece acompañado de borrascas, que son las causantes del tiempo inestable y lluvioso.

    Inundaciones

    Gran inundación del Misisipi de 1927.

    Las inundaciones son un fenómeno natural que se presenta cuando el agua sube mucho su nivel en los ríos, lagunas, lagos y mar; entonces, cubre o llena zonas de tierra que normalmente son secas. Son una de las catástrofes naturales que mayor número de víctimas producen en el mundo. Se ha calculado que en el siglo XX unas 3,2 millones de personas han muerto por este motivo, lo que es más de la mitad de los fallecidos por desastres naturales en el mundo en ese periodo.

    Goteras y filtraciones de agua

    Como consecuencia de las lluvias y la continua deposición de grandes cantidades de agua en zonas y áreas mal desalojadas, se pueden producir lo que comúnmente denominamos como goteras.

    Así pues, acompañadas de filtraciones de agua, este problema representa una de las amenazas más latentes para la gran mayoría de viviendas.

    También producen un aumento de la humedad ambiental y si se dejan pasar pueden llegar a anegar e inundar habitaciones enteras, lo cual hace que una correcta impermeabilización sea crucial de cara a mantener el correcto estado de la vivienda.

    Por esta razón, arreglar y localizar una gotera suele ser una de las tareas más importantes y a la vez más difíciles pero, por otra parte, también necesarias. Disponer de filtraciones de agua en una vivienda puede llegar a ser algo realmente molesto y peligroso, lo que hace que sea importantísimo ponerles solución cuanto antes.

    Uno de los métodos que más se suele emplear para impermeabilizar el edificio o la vivienda en cuestión suele ser la utilización de diferentes tipos de telas asfálticas. A día de hoy, encontramos tres modelos que son los que reúnen las características adecuadas y que se recomiendan tanto para impermeabilizar una azotea como para eliminar las goteras en una terraza.

    • Aluminio: disponen de un color cromado y son perfectas para proteger todo tipo de superficie de los cambios bruscos de temperatura. Ideales para zonas exteriores.
    • Pizarra: diseñada únicamente para combatir y reparar tanto las filtraciones de agua como las humedades en terrazas y azoteas. Altamente resistente e increíblemente dura, por lo que resulta muy conveniente instalarla en cualquier tipo de superficie.
    • Interiores: este último tipo se aconseja para utilizar a modo de complemento en combinación con diferentes tipos de telas, puesto que no son tan resistentes. Ideales para ponerlas debajo de tejas y cerámicas.

    Véase también

  • Topic 1

    Durante la temporada de lluvias surgen enfermedades que ponen en riesgo nuestra salud. Conoce algunas medidas para cuidar a los nuestros.

    Medidas preventivas a seguir durante las lluvias


    Resultado de imagen para tormentas y lluvia

    • Mantente alerta a los comunicados de las autoridades y las medidas establecidas por la Dirección de Protección Civil.
    • No arriesgues tu vida al intentar cruzar corrientes de agua.
    • No arrojes basura a la corriente de agua.
    • Ubica los refugios temporales y albergues en tu municipio.
    • Si te encuentras en un albergue y presentas algún síntoma o padeces alguna enfermedad, avisa al equipo de salud del lugar.
    • Asegúrate que el agua para consumo humano sea potable.

    Medidas preventivas a seguir después de las lluvias


    Resultado de imagen para tormentas y lluvia

    • Elimina criaderos de mosquitos y aplica insecticida en su domicilio.
    • Si presentas fiebre o diarrea acude al Centro de Salud más cercano.
    • Protégete de las picaduras de mosquitos usando repelente o ropa que cubra la mayor parte del cuerpo como pantalones largos y blusas o camisas de manga larga.
    • Aplica insecticida en tu domicilio.

    Medidas para prevenir enfermedades en esta época de lluvia y calor

    En tiempos de lluvias y de altas temperaturas hay más riesgo de contraer ciertas enfermedades. Debido a los encharcamientos y probable contaminación de pozos con agua de consumo, la población está expuesta a padecimientos como gastroenteritis, diarrea, deshidratación, dermatitis, dengue (clásico y/o hemorrágico) e incluso enfermedades respiratorias.

    Para evitar todo esto, es necesario que tomes en cuenta las siguientes recomendaciones:

    • Lávate las manos antes y después de ir al baño.
    • Utiliza baños o letrinas (manejo adecuado de desechos humanos).
    • No utilices las aguas estancadas para consumo o aseo.
    • Vigila la preparación adecuada de alimentos.
    • Deshazte de cacharros que puedan acumular agua.
    • Coloca telas mosquiteras en puertas y ventanas.
    • De ser posible, utiliza repelentes contra insectos.
    • Asegúrate que tanto el patio como el techo de su casa estén limpios y no acumulen agua.
    • Retira la hierba que pueda servir de guarida para el mosquito transmisor del dengue.
    • Es importante recordar que la combinación de humedad, encharcamientos y altas temperaturas es un factor importante que permite la reproducción de los mosquitos del dengue.


    Medidas de prevención ante tormentas eléctricas



       



    • Topic 2


      • Topic 3

        • Topic 4

          • Topic 5

            • Topic 6

              • Topic 7

                • Topic 8

                  • Topic 9

                    • Topic 10