LA ASTROLOGÍA ACTUAL

Hoy, 250 años después de Newton, la comunidad científica ha tomado en serio a la astrología. Ahora, la defensa de la astrología está firmemente apoyada ya que ignorar la aplastante evidencia de las interrelaciones cósmicas sería acientífico.

"Lo mismo es arriba que abajo; el Macrocosmos y el Microcosmos, del átomo al Universo; de la célula al cuerpo; así todo es igual sin principio ni final".

Cuando nacemos, en el momento justo de nacer, al marcar la primera respiración; un reloj cósmico se pone en funcionamiento, este reloj se le llamará vida, con todas sus vicisitudes, y ninguna será igual, cada humano vivirá la suya, pero en conjunto todos viviremos una en general. En el momento de nacer, es como si fotografiásemos las posiciones de los astros en el cielo y tuviéramos esta fotografía por bandera, allí está grabado nuestros errores pasados, nuestra nueva misión, todo lo que nos podemos encontrar, lo que podemos hacer, y lo que no deberíamos hacer, el triunfo y el fracaso, el amor y el dolor y por fin la muerte. Pero Dios conocedor de nuestras debilidades, nos da un libre albedrío, para que podamos hacer a nuestro antojo, lo que en aquel momento queramos, dependiendo de tal o cual elección tomemos, así será nuestro sendero, aunque también el rectificar está contado. Este libre albedrío viene a ser como el actor de teatro que tiene que representar una obra y es tan buen actor que puede desempeñar cualquier papel, el Director le da la opción a elegir el papel que quiera representar, pero lógicamente dentro de esta obra, no de otra obra, esto comparándolo con la astrología sería pues, que el ser humano, puede elegir este o el otro camino, pero dentro de los caminos que tiene marcados, que serían en su conjunto toda la obra.

Los dones que traemos a la Tierra, en unos será la bondad, en otros más inteligencia, en otros poca voluntad, en otros humanidad, en otros genios, etc. Y sus posiciones planetarias así lo reflejarán.

Sabido es que la Luna y el Sol influyen en las mareas, las cosechas, la madera, etc., también en el comportamiento humano, en los partos, en los líquidos en general, en los peces, los mariscos, los movimientos sísmicos, geológicos, etc., sobre todo la Luna y también el Sol; pero el resto de los planetas y estrellas que pueblan nuestro sistema solar también.

Sabido es que el Ser Humano al igual que los vegetales tienen un elevado porcentaje de agua (en el Ser Humano del orden del 80%), elemento, el agua, fácil de recibir emisiones energéticas, y capacidad para almacenarlo, luego existen un ir y devenir de energía que su origen es cósmico producido por la emisión constante de los planetas; y esa energía se potenciará o disminuirá, dependiendo si llega o no con la misma intensidad o siendo nula dicha energía a nosotros.

Si pudiéramos medir con una fuerza semejante a la luz, o energía, la energía que tenemos al nacer, se observaría en el pasar del tiempo la razón de la Astrología. Si un Ser Humano al nacer recibe un porcentaje de energía de cada planeta, siendo dicho porcentaje, en unos planetas mayor que en otros, pero en su conjunto necesitando ese porcentaje variado para funcionar bien, en el momento que un planeta o varios por cruces de energía de entre ellos hacía nosotros, como por ejemplo ocurre con los eclipses de Sol o de Luna, entonces, en este momento se produciría un déficit que afectaría en el lugar en donde este el planeta, si se encuentra en la Casa del amor, afectará en las relaciones, si es la Casa de la salud, ésta variara, etc.. Si por el contrario, la posición de los planetas se manda un buen aspecto, eso es, potenciando su energía también se reflejará en el sector en el cual se encuentren dichos planetas, funcionando entonces ese sector mejor de lo esperado.

En el estudio de las influencias planetarias sobre nuestra Tierra y sobre el Hombre es evidente que hay que situarse desde un punto de vista geocéntrico, o sea, como si nuestra Tierra ocupará el centro del Sistema Solar. Por consiguiente, debemos observar los efectos de los diez factores celestes siguientes: Sol, Luna, Mercurio, Venus, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón.

A lo largo de la historia, el hombre ha tratado de interpretar los signos que, según él, podían ofrecerle una visión del futuro. Nuestra habilidad para predecir está limitada por nuestro incompleto conocimiento de como funciona el mundo y el universo y de que mecanismos estimulan la acción y la reacción humana. Recordemos la existencia del libre albedrío: el grado en que nuestros actos son producto de una decisión consciente y de como ejercitamos esta libertad de actuación.

Los astrólogos serios siempre han aceptado estas limitaciones. Predican tendencias más que acontecimientos, trabajando sobre amplios espacios de tiempo más que ofreciendo fechas específicas. Aunque luego a nivel personal de algunos astrólogos, debido a su comprensión más amplia, de dicho estudio, se reducen bastante estas limitaciones, ya que no es una ciencia estática, sino que avanza a medida que se profundiza en ellas y de este modo las limitaciones son muchas menos, y las predicciones más aceptadas, menos amplias sus fechas.

Por desgracia hay casi tantas formas deshonrosas de predicción como adivinos deshonrosos. Algunos han utilizado el nombre de la astrología para describir su trabajo. Y todo esto ha perjudicado y perjudica a los estudios serios realizados por los astrólogos serios.

Última modificación: jueves, 7 de junio de 2018, 07:40