La cuestión de Dios

La cuestión de Dios no es la primera existencialmente, porque el hombre no tiene una experiencia inmediata de Dios. La cuestión de Dios surge de la experiencia que el hombre tiene de sí, es decir, cuando se pregunta qué sentido tiene su vida, por qué existe en el mundo, para qué existe.
Así, el hombre situado en el presente se interroga por el pasado y por el futuro, buscando cuál es su procedencia y cuál su porvenir. Estas preguntas no llevan simplemente a una búsqueda de solución para resolver una curiosidad humana, sino que buscan fundar su existencia: Dios aparece entonces como quien ilumina el camino y lo dirige a la plenitud de su realización personal.
Todo esto supone que hay en el hombre una capacidad de auto trascendencia que lo lleva a tender más allá de sí mismo, de la muerte, de los hombres y de la historia. ?El hombre es un ser excéntrico? –decía San Agustín.
Pero, Dios no es el producto de nuestra reflexión y de nuestra investigación. Aunque el hombre se interrogue sobre Dios, es sin embargo cuestionado por Dios. Es El quien viene al encuentro del hombre y quien al haberlo creado lo orienta hacia El. No es el hombre el que encuentra a Dios, sino es Dios quien se manifiesta al hombre. En la labor de preguntarse acerca de Dios, el hombre más que cuestionarse viene cuestionado por Dios y puesto en la necesidad de optar.
Visto que, en la medida en que nos preguntamos sobre el por qué y para qué de nuestra vida aparece la posibilidad de Dios, de tal modo que es la cuestión de Dios la que interroga radicalmente, hemos de concluir que la cuestión de Dios es inherente al hombre en su propia naturaleza y la reflexión teológica aparece como algo que no sólo no está desvinculado del hombre, sino que es una necesidad para poder responder a la propia vocación humana.
La teología, por lo tanto, no es algo lejano y extraño al hombre, es más bien la palabra que le invita a aceptar la realidad de su existencia como un don. No se estudia teología para ser un ?técnico de la fe?, sino para comenzar una reflexión que pueda y deba ayudar en el crecimiento de la fe y en el desarrollo del testimonio de caridad.

Última modificación: jueves, 7 de junio de 2018, 07:39