Perfilado de sección

  • Todo deporte colectivo es algo más que la suma de las realizaciones individuales de sus 
    componentes. Por ello, se hace necesario determinar previamente cómo vamos a organizar nuestras 
    acciones individuales dentro del juego. Básicamente, esto sería la táctica colectiva.  
    En ella, el verdadero protagonista es el equipo, y todas las acciones de los jugadores, tienen 
    sentido solamente integrándose con las de los demás jugadores. Es importante que distribuyamos a 
    los componentes del equipo de forma que podamos utilizar convenientemente sus condiciones físicas 
    y técnicas, y así conseguir un conjunto eficaz. 
    El orden de esta distribución es todavía más importante en nuestro deporte, pues, al 
    comienzo de cada set, el entrenador tiene que decidir el orden de saque de los jugadores 
    componentes de un equipo, y esta rotación no podrá ser modificada durante ese juego. Habrá que 
    esperar al siguiente para ordenarlos de nuevo.  
    La relación entre los jugadores, su cohesión como grupo, permitirá que los sistemas tácticos se 
    lleven a cabo. No olvidemos nunca, que los seis mejores jugadores no siempre conforman el mejor 
    equipo posible.  
    Nosotros, en el estudio de los sistemas tácticos, no vamos a tener en cuenta este factor, pero 
    es fundamental hacerlo cuando cualquier entrenador elija entre las diferentes opciones posibles, 
    muchas de las cuales reflejaremos en este capítulo.  
    Por otro lado, conviene tener en cuenta que cada equipo debe tener su propio estilo de 
    juego, su propia personalidad, fruto de la unión de las personalidades de todos sus componentes.  
    1.1. LOS COMPLEJOS TÁCTICOS  
    Este estilo, de juego es producto de la maduración del equipo, y en él se incluyen, además 
    de los elementos individuales, morfológicos, orgánicos y técnico-tácticos, la comprensión táctica 
    colectiva que aporta cada uno de los componentes del colectivo, y por supuesto sus características 
    psicológicas y volitivas. El equilibrio de todos estos factores hará factible que la madurad6n del 
    equipo se transforme progresivamente en un nivel de juego más alto.  
    Cada individuo se interrelaciona con sus compañeros y con los oponentes de acuerdo a unos 
    marcos fijados por los patrones tácticos establecidos para el equipo. Por eso, los patrones de juego, 
    los patrones tácticos, tienen que surgir de las necesidades y características de nuestros jugadores y no 
    buscar partituras que, aunque son adecuadas interpretadas por otros, pueden ser desesperantes 
    para los nuestros